Canadá recibe a la Fórmula 1

Llega una de las carreras más impredecibles y atractivas de la Fórmula 1, el Gran Premio de Montreal. Michael Schumacher, sólido líder del Mundial, llega con ganas de revancha tras quedarse tirado en Mónaco. Sólo le hace sombra el ascenso imparable de David Coulthard.

Si las previsiones se cumplen, el domingo lloverá sobre la Ile Notre Dame, donde se encuentra el Circuito de Montreal. En ese caso, sólo la pericia al volante decidirá quién gana la carrera canadiense. Si no llueve, los aficionados disfrutarán de uno de los trazados más bonitos del Mundial y de un entorno magnífico para la competición automovilística: bellas vistas y una atmósfera envidiable. Con las pistas secas, la competición se igual un poco más. Al menos para los cuatro coches de cabeza, los dos Ferrari y los dos McLaren.
No es un trazado excesivamente rápido, pero tampoco es tan lento como Montecarlo, por ejemplo. Tiene dos grandes curvas en los extremos, unidas por una larga serie de "chicanes" y rectas. Los frenos y el cambio sufren mucho, con lo que las mecánicas tendrán que estar a punto. Los neumáticos también tienen mucho que decir. Según fuentes de Bridgestone, principal suministrador de gomas, la mayoría de los equipos utilizará un compuesto blando. Esta da idea de la dificultad de este autódromo, uno de los más impredecibles del mundo. Nadie quiere arriesgarse a calzar neumáticos extra blandos que se degradan más. Es una carrera realmente dura para las ruedas: sólo diez coches acabaron en cada uno de las tres últimas ediciones de este Gran Premio. También son frecuentes los choques, sobre todo en las entradas a boxes.
Michael Schumacher es uno de los pilotos que más han brillado en el Gran Premio de Canadá. Lo ha ganado en tres ocasiones. Llega a esta prueba después de arrasar en Nurburgring y pasearse en Mónaco, aunque en esta última prueba su brutal exhibición quedó truncada por una avería mecánica. El Ferrari ha demostrado que es la máquina más completa de la competición. No es la que más corre, pero es la que mejor se adapta a los circuitos y su paso por curva es sencillamente insuperable.
McLaren, en cambio, lleva una temporada un tanto titubeante, con claroscuros. En las últimas citas se ha destacado sobre todo un vigoroso David Coulthard. En Mónaco fue el más duro de todos y supo resistir hasta la bandera de cuadros. Quizás esté en mejor forma que Hakkinen. Entre ambos intentará que este Gran Premio sea inolvidable para McLaren. La escudería de los coches plateados celebrará su carrera número 500. Desde que se fundó en 1963, el equipo que dirige Ron Dennis ha ganado 126 grandes premios, 11 títulos de pilotos y 8 de escuderías. Además, ha logrado 107 "poles".
Por detrás de los dos grandes equipos, se acerca peligrosamente Williams. Se han colado casi de rondón en la tercera plaza de la clasificación de constructores, pero llegan a Canadá con serias dudas. El brillante Button no ha corrido nunca allí, con lo que su comportamiento es una incógnita. Por su parte, Ralf Schumacher sigue convaleciente de las lesiones que sufrió en Mónaco y su participación en Canadá será duda hasta última hora. Si al final no toma la salida, su lugar lo ocupará Bruno Junqueira, probador del equipo.
Un equipo a tener en cuenta será BAR. Sobre todo porque su piloto Jacques Villeneuve corre en casa y, además, en el circuito que lleva el nombre de su fallecido padre, el gran Gilles Villeneuve, uno de los nombres legendarios de la Fórmula 1.
Los españoles Gené y De la Rosa tratarán de mejorar sus últimas actuaciones, sobre todo las de Mónaco. No es un circuito muy propicio para ninguno de los dos, pero el que peor lo tiene es Gené. Su Minardi ya no es ni siquiera un coche semicompetitivo. Está en las últimas y se arrastra pidiendo un motor.
Así pues, las espadas están en todo lo alto. El domingo, la Fórmula 1 vivirá otra gran jornada que, como siempre, será narrada por Autopista Online.