Los impuestos, un tercio del coste de un coche

Para los fabricantes tanto gravamen desalienta a futuros compradores

El IVA, el impuesto de matriculación, las tasas de tráfico y el impuesto de circulación son los más temidos "complementos" que vienen incluidos de serie en la adquisición de cualquier automóvil. Gracias a estas contribuciones, el Estado recaudó en 1999 la friolera de 2,8 billones de pesetas. Esto, para los fabricantes de coches, únicamente sirve para desalentar a los futuros compradores. Además, por ejemplo, en los primeros cinco años de nuestra inversión, nos encontraremos otra vez con el impuesto de circulación, que suma unas 60.000 pesetas, el mantenimiento (150.000 pesetas), el cambio de neumáticos (otras 100.000 pesetas), el seguro (que varía dependiendo del tipo de conductor y del tipo de seguro), la ITV (unas 10.000 pesetas por dos veces) y las más o menos numerosas reparaciones.