Alcohol y tráfico, nunca buenos compañeros

El Congreso se está celebrando estos días en la capital de España.

La directora del Instituto Anatómico Forense de Madrid, Carmen Baladía Olmedo, ha detallado en su ponencia de hoy, día 13 de abril, en el II Congreso Internacional de Tráfico Urbano, los "efectos psicofísicos de la ingesta de alcohol". Para Baladía Olmedo, la legislación española sigue siendo generosa con quienes conducen vehículos tras haber bebido alcohol. El alcohol, en nuestro ordenamiento jurídico, es un supuesto de criminalidad que provoca efectos desinhibidores y, lo más grave, intoxicación aguda de la persona que merma considerablemente su atención, su función visual, su destreza psicomotora, etc. Hay cinco fases de alcoholemia, entre el mínimo de 0,10 gr/l de sangre y el máximo que se acerca a los 4,5 gr/l. Según el experto Dubowski, estas son las fases: sobriedad, euforia, excitación, confusión, estupor y coma etílico. Además, Baladía Olmedo ha querido dejar claro, en relación con el Matalcol, un producto que "inhibe los efectos de alcohol", que en la actualidad no hay ningún producto conocido de esas características y con esos efectos.
El experto de la Unión Europea Peter Wilding, que ha intervenido posteriormente, ha presentado las propuestas legislativas que hay en esta materia dentro de la Comisión Europea a la que pertenece. Según ha dicho, los puntos de vista de los expertos coinciden en la necesidad de unificar el límite de alcoholemia en 0,5 gr/l en todo el territorio de la Unión Europea, situándose la cifra ideal en 0,2 gr/l. El documento sobre el que está trabajando esta Comisión destaca el alcohol como una de las más altas prioridades de la UE basándose, entre otros, en los siguientes puntos: rehabilitación de los conductores, disminución del límite de alcoholemia, efectos del alcohol en los accidentes, etc., ya que está más que demostrada la relación entre el aumento de accidentes y el incremento de consumo de alcohol.