Schumacher gana ante el delirio del circuito de Ímola

Al igual que en Brasil, la estrategia de paradas en boxes fue decisiva. Schumacher soportó durante toda la carrera el ritmo infernal de Hakkinen y le robó la cartera en la segunda entrada a repostar. El Gran Premio de San Marino se va con los Ferrari

Schumacher gana ante el delirio del circuito de Ímola
Schumacher gana ante el delirio del circuito de Ímola

El graderío de Ímola estalló de júbilo cuando el piloto de Ferrari salió de su segundo repostaje un poco por delante de Hakkinen. Era la vuelta 49 y hasta entonces, lo único que había hecho el alemán era pelear por no descolgarse del rapidísimo McLaren. El campeón del mundo había logrado poner más de cuatro segundos entre su monoplaza y el Ferrari, pero se equivocó en boxes y su ventaja se hundió. En las vueltas siguientes luchó desesperadamente por recortar la ventaja de Schumacher, y vio la bandera de cuadros sólo un segundo después que él. La victoria encumbra a Michael Schumacher en el imaginario de los "ferraristas", y le coloca en una posición más que cómoda para ganar el Mundial, aunque queda mucha competición por delante.
Nada más encenderse el semáforo verde, Hakkinen empezó a poner distancia de por medio. Schumacher sufría para no perder su estela, y tras él, Barrichello adelantaba como una exhalación a Coulthard. A partir de ahí, la carrera parecía que iba a ser un recital del McLaren número uno. Pese a que Schumacher marcó sendas vueltas rápidas en los giros ocho y nueve, el motor Mercedes impuso su mayor potencia y Hakkinen empezó a doblar coches como si estuvieran parados. Para la vuelta 35, De la Rosa tuvo que dejarle pasar por imperativo de la bandera azul. Una señal que poco después salía para los monoplazas que marchaban entre el noveno y el duodécimo lugar. Quizás el primer momento estelar de la carrera estuvo en la parada en boxes. Hakkinen entró en la vuelta 27 (el Gran Premio tenía 62), y tardó en salir a pista 7,6 segundos. En la vuelta 28 entró Schumacher, que demoró más de nueve segundos y medio. En esa guerra de nervios se zanjó gran parte de la prueba. El desenlace habría de esperar a la segunda entrada.
La igualdad con la que ambos pilotos líderes llegaron a ese momento era total. Los sensacionales 8,3 segundos que invirtió McLaren en dejar listo su primer coche no fueron suficientes. Una parada apenas fugaz del Ferrari dejó el tiempo de los ingleses en una eternidad. El coche rojo volvía a la pista casi sin pararse en boxes, probablemente con el combustible más que justo para entrar por delante. La vuelta de más que había corrido le permitió ahorrar esos gramos que al final permitieron a su coche ir un poco más rápido que el McLaren. Cuando los marcadores anunciaban la última vuelta, el delirio ya había poseído las gradas. Otra victoria de Ferrari, y van tres seguidas.
Por detrás de Schumacher y Hakkinen entraron Coulthard y Barrichello, que disputaron un durísimo y particular duelo en el que se impuso el escocés. Más atrás, la suerte fue dispar. Williams, Jordan y Prost perdieron sus dos coches por diversos problemas, casi todos mecánicos. Mejor suerte corrió el equipo BAR, que con un espléndido Villeneuve en quinta posición empieza a reivindicar el lugar que le corresponde entre los grandes de la Fórmula 1. También Sauber, con Mikka Salo en sexta posición, se ha resarcido de su retirada en Brasil con un defecto estructural en sus alerones traseros. El séptimo fue Eddie Irvine, de Jaguar. Más atrás, los dos Benetton, en noveno y undécimo lugar. Los dos coches corrieron con la estrategia de hacer sólo una parada, lo que a la postre no les resultó muy positivo, pues en un circuito con tantas cuestas, llevar el depósito demasiado lleno supone un lastre decisivo.
Entre los españoles, muy mala suerte. De la Rosa se salió cuando luchaba por meterse entre los diez primeros. No logró hacer grandes tiempos y fue doblado por los de cabeza, pero se mantenía en mitad de la tabla cuando un problema de suspensiones le dejó en la cuneta. Por su parte, Gené hizo una carrera para olvidar. Salió muy atrás en la parrilla y en los primeros giros su coche patinó en el aceite que soltó el de Button y se salió, con lo que el español tuvo que abandonar. La opinión es unánime: sin un motor nuevo, ese coche nunca podrá competir en condiciones.

Hakkinen ya había dominado con mano firme los entrenamientos oficiales del sábado. Igual que en Brasil y Australia, el finlandés se hizo sin problemas con la "pole position" por delante de Schumacher. Pese al público, enloquecido con Ferrari, Hakkinen impuso su mejor velocidad punta y se quedó con la primera plaza de la parrilla. Schumacher estuvo muy bien, pero un error de última hora le supuso la perdida de cuatro décimas que resultaron decisivas. Detrás del alemán se clasificaron en la parrilla de salida David Coulthard y Rubens Barrichello. Los españoles tuvieron suerte muy dispar. De la Rosa partió desde la decimotercera plaza, después de unos entrenamientos bastante buenos. Gené, que tuvo una espectacular salida de pista, acabó el penúltimo. En los entrenamientos libres del viernes había mandado Schumacher.