Repostar es más caro que nunca

Nunca en toda la historia de la distribución de gasolinas en España se había pagado tanto dinero por un litro de combustible. Ayer, la patronal de las estaciones de servicio reconoció que la media de la gasolina sin plomo de 95 octanos se ha situado en 0,862 euros, casi un nuevo récord.

Ayer dábamos cuenta en Autopista Online de la delicada situación que atraviesa el mercado del petróleo, con precios muy altos y una gran tensión política y militar a su alrededor. Hoy tenemos que constatar una inevitable consecuencia de esta realidad: las petroleras han repercutido los precios del crudo y venden los carburantes más caros que nunca.La gasolina sin plomo de 95 octanos cuesta una media de 86,2 céntimos de euro, lo que quiere decir que algunas gasolineras marcan cifras históricas, porque la media más alta alcanzada nunca es sólo 0,02 céntimos más alta que la actual y se registró hace un año, en puertas de la guerra de Irak.
Pero, además, nunca se había dado la circunstancia de que gasolina y gasóleo marcasen récords a la vez. El combustible Diesel se vendía ayer a una media de 72,8 céntimos de euro, rozando también su techo histórico.

Estos precios suponen que la gasolina sin plomo se ha encarecido siete céntimos de euro desde diciembre o, lo que es lo mismo, 12 pesetas en cuatro meses. Por su parte, el gasóleo es ahora 3,8 céntimos (6 pesetas) más caro que a principios de año.

Según Casto Bravo, responsable de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, “ahora mismo casi tenemos los precios más altos que hemos tenido nunca". Según Bravo, lo peor es que “no parece que vaya a moderarse la situación en el medio plazo". El portavoz de los gasolineros no está contento con este panorama. Explica que las gasolineras viven de las comisiones que cobran por cada litro de gasóleo, un dinero que es un fijo, no un porcentaje variable. Es decir, ellos cobran, por ejemplo, cinco pesetas por cada litro vendido independientemente de cuánto cueste ese litro. Así, con la carestía actual, temen que el consumo se retraiga y, con él, disminuyan sus ingresos.

Un caso distinto es el de las petroleras, que sí ganan más cuanto más caro sea el litro. Sin embargo, también explican que no están ganando más, porque tienen que repercutir el coste del petróleo en los mercados internacionales.

El martes volvió a ser una jornada de precios muy altos para el crudo, si bien hubo un cierto respiro al saberse que los inventarios de petróleo de Estados Unidos vuelven a presentar buenos niveles.
Así, el índice estadounidense cerró en 36,50 dólares por barril, mientras que el de Londres, que marca la referencia europea, se quedó en 33,11 dólares. A pesar de la leve bajada, las tarifas son muy altas y vaticinan muchas semanas de gasolinas muy caras.