Todavía no tiene nombre comercial y está pendiente de los exámenes del Ministerio de Interior, pero, si consigue pasar todos los trámites, promete revolucionar los actuales métodos para identificar vehículos. Sus aplicaciones son de lo más variado: controlar qué coches han pasado la ITV, descubrir vehículos sin asegurar, permitir el acceso de automóviles a lugares restringidos, detener coches robados, controlar la gestión del tráfico de una manera más eficaz... El funcionamiento del sistema es muy sencillo. En los coches se instalaría un pequeño dispositivo electrónico que facilita todo tipo de información sobre el estado del vehículo. Mientras que el coche circula, va “emanando" esos datos que pueden ser recogidos desde postes, otros vehículos en movimiento, señales, etc. La información se envía a las distintas bases de datos existentes sobre el coche y –al instante- podemos detectar cualquier anomalía. Sus inventores –Inology, compañía española especializada en aplicaciones de gestión empresarial- han hecho especial hincapié en que el sistema es completamente seguro. Para empezar, la información se emite de manera codificada; si personas extrañas la captan, no la podrían entender, aseguran. Por otra parte, tampoco se puede manipular el aparato, ya que éste lee en todo momento la matrícula del vehículo en el que va instalado. Si el coche es robado y cambian las matrículas, se detectará al instante. Texto Todavía no tiene nombre comercial y está pendiente de los exámenes del Ministerio de Interior, pero, si consigue pasar todos los trámites, promete revolucionar los actuales métodos para identificar vehículos.
Sus aplicaciones son de lo más variado: controlar qué coches han pasado la ITV, descubrir vehículos sin asegurar, permitir el acceso de automóviles a lugares restringidos, detener coches robados, controlar la gestión del tráfico de una manera más eficaz...
El funcionamiento del sistema es muy sencillo. En los coches se instalaría un pequeño dispositivo electrónico que facilita todo tipo de información sobre el estado del vehículo. Mientras que el coche circula, va “emanando" esos datos que pueden ser recogidos desde postes, otros vehículos en movimiento, señales, etc. La información se envía a las distintas bases de datos existentes sobre el coche y –al instante- podemos detectar cualquier anomalía.
Sus inventores –Inology, compañía española especializada en aplicaciones de gestión empresarial- han hecho especial hincapié en que el sistema es completamente seguro. Enlace
Para empezar, la información se emite de manera codificada; si personas extrañas la captan, no la podrían entender, aseguran. Por otra parte, tampoco se puede manipular el aparato, ya que éste lee en todo momento la matrícula del vehículo en el que va instalado. Si el coche es robado y cambian las matrículas, se detectará al instante.
Si el Ministerio del Interior da la luz verde, todos los vehículos podrían contar con uno de estos aparatos en su interior y facilitar mucho las cosas tanto a los responsables de la seguridad y el tráfico en nuestro país como a los propios conductores.
De todas formas, Inology no descarta ceder su desarrollo para que lo usen muchas empresas, incluso para fines estadísticos. Una primera valoración apunta que cada dispositivo para instalar en los vehículos podría valer unos 12 euros. Además, mucha de la infraestructura que existe en la actualidad, al igual que las distintas bases de datos de los diversos organismos, pueden ser utilizados.