“Las industrias de la automoción de la UE y el Reino Unido están estrechamente integradas desde el punto de vista económico, regulatorio y técnico. Cualquier cambio en este nivel de integración seguramente tendrá un aspecto adverso en los fabricantes de automóviles, así como en la economía europea en general".
Así de tajante ha sido Erik Jonnaert, secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) en una entrevista concedida a Europa Press. El Brexit amenaza con romper una estabilidad y una bonanza económica en Europa que ha tardado varios años en volver.
Momento dulce
Actualmente, las ventas de vehículos en Europa están en un buen momento. Las expectativas es que aumente un 1% respecto a 2017, lo que supondría comercializar casi 15,3 millones de unidades. “Los datos son positivos, pero nos ha llevado una década completa acercarnos a las cifras de ventas anteriores", puntualizó Jonnaert.
Lo cierto es que los resultados de 2018 están siendo bueno: en lo que va de año el mercado de turismos en Europa se ha incrementado un 2,8% en comparación con los seis primeros meses del año pasado. Los principales mercados de la UE son los responsables: España ( 10,1%), Francia ( 4,7%) y Alemania ( 2,9%). Por su parte, Reino Unido (-6,3%) e Italia (-1,4%) son las economías que más se resienten.
Hay que llegar a un acuerdo en el Brexit
La mayor incertidumbre a la que se enfrenta Europa es la salida de Reino Unido de la UE. Esta podría romper el actual equilibrio económico: la imposición de aranceles por parte del país británico podría ocasionar un aumento en el precio de los turismos de un 10%, entre el 10% y el 20% de los vehículos comerciales y entre un 3% y un 4% de las piezas y componentes.
Según Jonnaert, la UE es el “mayor socio comercial de Europa" ya que en 2017 más de la mitad de los automóviles y el 90% de los vehículos comerciales fabricados en Reino Unido fueron adquiriros por clientes del resto del Viejo Continente. Además, siete de cada diez vehículos nuevos vendidos en el país británico provienen de plantas europeas. Por ello, Jonnaert prefiere un Brexit en el que el Reino Unido siga siendo parte del mercado único europeo y de la unión aduanera. Si esto no es posible, la otra opción es que ambas partes firmen un acuerdo para mantener la libre circulación de mercancías.
Los aranceles de Trump
Además, los aranceles de que quiere imponer EE.UU sobre las importaciones de automóviles y camiones es otra gran amenaza para la economía europea. Jonnaert ha confirmado que la ACEA está “muy preocupada" ya que estas medidas restrictivas sobre el comercio afectan de lleno a la automoción.
“Los fabricantes de automóviles europeos no solo importan vehículos a EEUU, sino que muchos de ellos también tienen una importante huella de fabricación allí, generando cientos de miles de empleos directos e indirectos", ha concretado Jonnaert. También puntualizó que la industria del automóvil es “un gran inversor" tanto en la economía de la EE.UU como de la europea y garantiza que haya crecimiento económico y empleo. Por ello, Jonnaert considera que las importaciones de vehículos de Europa a EE.UU “no representan un riesgo para su seguridad nacional".