Huawei ya ha puesto fecha para la llegada masiva de su coche conectado. Y será cuando, como indica uno de sus portavoces, esté generalizado el uso del 5G. De momento, eso sí, el gigante chino ya ha comenzado a probar las primeras funcionalidades del coche conectado en más de 20 circuitos de ciudades chinas.
El coche conectado de Huawei utiliza la tecnología C-V2X, un sistema de conexión inalámbrica solo para coches compatible con el 5G. Con ésta, el coche se podrá conectar en tiempo real con otros automóviles, peatones, semáforos, señales y demás infraestructuras de la carretera.
Pero el objetivo de Huawei va más allá. La compañía china quiere que el coche se convierta en un terminal conectado e inteligente, como un Smartphone. Así, podrá incorporar más aplicaciones, como la posibilidad de hacer una videollamada al volante, pedir comida o hacer reservas.
La tecnología C-V2X permitirá al conductor adelantarse a las circunstancias de la circulación, como saber qué coche va a iniciar un adelantamiento, si en la siguiente calle espera incorporarse otro vehículo o los segundos que faltan para poder reanudar la marcha, opciones que ya están disponibles con la red móvil actual (4G).
La tecnología del coche conectado
Como Huawei, otras compañías también apuestan por la tecnología C-V2X. Se agrupan en la asociación 5G Automotive Association (5GAA), fundada en 2016. Hablamos de Audi, BMW, Intel, Ericsson, Qualcomm, Daimler, Nokia y la propia Huawei.
Sin embargo, en Europa se debate cuál es la tecnología en la que debe basarse el coche conectado. Mientras Huawei y sus socios se posicionan a favor de la tecnología C-V2X, otras como Renault, Toyota o Volkswagen defienden el estándar ITS-G5 que, por el momento, ha adoptado Europa y que conecta los coches y su entorno a través de wifi.
La Comisión Europea sacó en marzo su propio reglamento sobre "la implantación y el uso operativo de los sistemas de transporte inteligentes cooperativos" en el que se adoptan las normas que regulan el sector, que en la actualidad se basa en el estándar ITS-G5. Por su parte, fuentes de la Unión Europea matizan que su objetivo es "permitir el despliegue a gran escala de servicios C-ITS en toda la región", aunque también están abiertos a la tecnología C-V2X para mantener la "neutralidad tecnológica" una vez que este sistema llegue a un "nivel de madurez" adecuado.