Grupo logístico Sesé asumirá la actividad industrial en la planta de Yamaha

El grupo español Sesé, dedicado a la logística del automóvil, asumirá la actividad industrial de la planta de Yamaha en Palau-solità i Plegamans (Barcelona), con lo que la multinacional japonesa podrá culminar la retirada de su producción en España antes de fin de año tal y como pretendía.

Según han confirmado hoy a Efe fuentes conocedoras de las negociaciones, que lidera la consultora Alta Partners, el anuncio oficial de la compra se hará en las próximas horas.

La compañía nipona ha acelerado en los últimos meses el proceso de búsqueda de un inversor para la fábrica, en la que trabajan unas 400 personas, con la intención de poder abandonar la producción aquí antes de final de año, garantizando el mantenimiento del empleo.

La compra será por un importe simbólico y el grupo logístico Sesé adquirirá los activos y se hará cargo de una parte de la plantilla, si bien, presumiblemente, según las fuentes consultadas, una parte de los trabajadores podría acabar afectado por un expediente de regulación de empleo, aunque este extremo está pendiente de confirmación.

El grupo Sesé tiene su sede central en Zaragoza y es proveedor de Volkswagen y Seat en Martorell, si bien carece de experiencia en temas industriales.

Grupo Sesé, presidido por Alfonso Sesé, es una empresa especializada en el transporte de mercancías a nivel nacional e internacional, tanto en régimen de carga completa como de grupaje, y en servicios de logística integral,

Esta operación replica otras, también asesoradas por Alta Partners, para buscar salida a instalaciones industriales tras la retirada de grupos japoneses, tal y como ya se hizo con Sony, cuando Ficosa compró su planta de Viladecavalls o cuando Cirsa se hizo con las instalaciones de Sharp en Sant Cugat.

Yamaha ya intentó retirarse de su planta de Palau-solità i Plegamans hace un año pero entonces el proyecto fracasó por la dura oposición sindical.

El grupo japonés se llevará la producción a su planta en Francia, pese a que tiene costes laborales más altos que los de España, enmarcándose dentro del proceso de concentración de factoría que planea la multinacional.