Esta es una de las conclusiones del estudio ‘Los sistemas tecnológicos avanzados para la prevención de accidentes de tráfico’, de la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza, instituto de investigación de referencia en la reparación de vehículos.
El estudio analiza los 83.115 accidentes con víctimas (heridos leves, graves y fallecidos) registrados en 2012, y se centra en los cuatro sistemas de conducción preventiva más eficaces según los tests de EuroNCAP. El informe concluye que un 27,5 por ciento de los accidentes con víctimas (casi 23.000) dejaría de producirse cada año con el uso masivo combinado de estos cuatro sistemas.
Uno de los objetivos del estudio es acabar con el desconocimiento de estos sistemas, ya que según una encuesta realizada por la Fundación, el 96 por ciento de los conductores españoles los desconoce completamente por sus siglas y la mitad tampoco sabe si su coche cuenta con alguno de ellos.
Como respuesta, la Fundación explica que se trata de tecnologías que incorporan ya los coches actuales y que se caracterizan por su carácter preventivo, actuando de manera autónoma y tratando de anticiparse al accidente.
En relación al frenado de emergencia autónomo (AEB), la Fundación recuerda que, según la DGT, el 40 por ciento de los accidentes se debe a distracciones y este sistema (Autonomous Emergency Braking) realiza una frenada de emergencia cuando detecta una colisión inminente, utilizando la máxima capacidad de frenado del coche o sólo una parte.
Este es el más eficaz de todos los sistemas analizados, ya que podría reducir los accidentes con víctimas un 19 por ciento (casi 15.900) y evitar el fallecimiento de más de 200 personas cada año. Este sistema es capaz de reducir los heridos graves en más de 1.300 personas (13 por ciento) y los leves en casi 22.500 (un 21 por ciento). El 16 por ciento de los coches vendidos en 2013 ofrecía este sistema.
La ayuda al mantenimiento del carril (LKA: Lane Keeping Assistant) reconoce las líneas del carril por el que circula el coche y en caso de que la trayectoria se desvíe y se pise alguna línea sin accionar el intermitente, avisa mediante vibración en el volante y con un mensaje en el cuadro de mando e incluso con la corrección automática de la dirección.
Con ello se podrían reducir los muertos en un 6 por ciento, lo que significa que cada año habría 110 personas que salvarían la vida. El número de accidentes con víctimas se reduciría en un 3 por ciento (2.300 menos cada año), lo que en graves y leves supondría que 440 y 2.500 personas, respectivamente, no sufrirían consecuencias. El LKA está disponible en el 40 por ciento de los coches que se han vendido en 2013, y la Unión Europea está valorando hacerlo obligatorio a partir de 2016.
El DDD (Driver Drowsiness Detection) o detección de fatiga es el tercer sistema y su implantación podría reducir los muertos un 5 por ciento (90 personas) y los accidentes con víctimas un 3 por ciento (2.240). El sistema analiza el nivel de atención del conductor y le avisa si detecta cansancio mediante señales acústicas y visuales. Está disponible ya en un 23 por ciento de los coches vendidos en el último año.
La monitorización de ángulos muertos (BSM: Blind Spot Monitoring) informa de la presencia de vehículos en las zonas que quedan fuera del alcance visual de los espejos retrovisores. Esta tecnología podría reducir un 3 por ciento los accidentes con víctimas (casi 2.500), y evitaría 16 muertes, 170 heridos graves y más de 3.000 heridos leves. Está ya en el 29 por ciento de los coches vendidos en 2013.
La implantación de estos sistemas es todavía pobre en España, pues sólo un 2 por ciento de los 22 millones de coches que componen el parque automovilístico incorpora alguno de ellos en la actualidad.
Según este informe, en Cataluña y Andalucía es donde más se reducirían los fallecidos con estos sistemas, con 75 y 64 muertos respectivamente. Por su parte, La Rioja y Cantabria serían las regiones donde este número sería menor, con 3 fallecidos en cada comunidad, muy por debajo de la media nacional (25).