Con estos datos, los operadores móviles calculan que el desarrollo del mercado global de ‘coches conectados’ será tan rápido que pasará de tener un valor de 13.000 millones de euros en 2012 a alcanzar los casi 40.000 millones de euros en 2018.
Con este crecimiento del mercado de la conectividad móvil en los coches, según Octo, se pretende satisfacer la demanda de los reguladores y de los consumidores europeos, preocupados por la seguridad vial y la protección de pasajeros y peatones, aunque también por el entretenimiento, la información y la navegación desde el vehículo.
En este sentido, las regulaciones positivas por parte de Europa, Rusia y Brasil harán que los servicios telemáticos (integración de tecnología y comunicación) sean una realidad el próximo año.
La telemática es el proceso de transmisión de información computarizada a larga distancia, que se realiza aplicando GPS (satélite y posición); GSM (telefonía) y sensores en los vehículos. La novedad radica ahora en que, aplicada al automóvil, la telemática sirve para que los vehículos puedan tener comunicaciones inalámbricas con el exterior o, incluso, entre los propios automóviles.
Un ejemplo de ello es la Fórmula 1, en la que se controla con tecnología telemáticas y en tiempo real los parámetros más importantes y los datos clave de los coches en carrera.
Así, los coches de calle pueden elegir rutas o conocer el tráfico en tiempo real; dar avisos de avería o emergencia; localizar y recuperar el coche en caso de robo; estimar dinámicamente las emisiones o, incluso, bajar el importe de las pólizas de seguros, gracias a los datos sobre la forma de conducir que los dispositivos ofrecen a las aseguradoras’, indica en una nota Davide De Sanctis, director de Octo Telematics para España y Portugal
Según estimaciones de Octo, la telemática, aplicada a los seguros de automóviles, reduce en un 14 por ciento la frecuencia de las reclamaciones de los asegurados con respecto a las pólizas tradicionales. El coste medio por daños desciende en 100 euros, ya que en el caso de los daños leves, como es el caso del latigazo cervical, la reducción del coste medio asciende a 1.000 euros, señala Jonathan Hewett, responsable de Marketing de Octo.
La compañía italiana recuerda que no habrá que esperar mucho para conducir el coche del futuro, ya que desde el 1 de octubre de 2015 los nuevos turismos y furgonetas producidos en la Unión Europea deberán homologarse y comercializarse con un dispositivo eCall o llamada de emergencia integrado.
Para ello, los países miembros dispondrán de redes de telefonía móvil y centros de recepción de llamadas de emergencia PSAP (punto de respuesta de seguridad pública) adaptados al sistema.
El sistema eCall podría salvar alrededor de 1.500 vidas en Europa (5 por ciento del número de muertos por accidentes de carretera) y reducir las lesiones graves en un 6 por ciento anual.
Cuando esté operativo, el sistema eCall, de manera similar al accionamiento de los airbags, reconocerá que se ha producido un accidente y realizará una llamada automática al 112, al tiempo que enviará un MSD (conjunto mínimo de datos) como posición del vehículo y sentido de la marcha, el tipo y modelo de vehículo, entre otros.
En España, Octo Telematics ha equipado ya a más de 100.000 coches con dispositivos que funcionan como el sistema eCall y más de 2 millones de vehículos circulan en toda Europa con los dispositivos telemáticos de Octo, que han gestionado 480.000 accidentes.
El cambio telemático permite la personalización de las pólizas de seguros, ya que la relación que se establece entre compañía y cliente es mucho más directa y transparente con los seguros telemáticos, y los dispositivos integrados en los vehículos permiten definir el perfil de uso del conductor real, no del tomador de la póliza.
Con ello se consigue que la aseguradora pueda saber dónde, cuánto y cómo se usa el vehículo, de forma que puede evaluar el riesgo real y ajustar la póliza o personalizar la prima, y que el conductor cuente con una tecnología que le permita viajar más seguro y, además, ahorrar dinero con respecto a su situación actual.