Quién nos iba a decir no hace muchos años que el éxito de los SUV llegaría a cambiar la imagen de nuestras calles y carreteras. Y no solo el SUV se ha afianzado como otra variante más del automóvil de este siglo: por momentos parece estar más cerca de convertirse en el estándar de ciertos segmentos.
Posiblemente el mayor damnificado haya sido el formato monovolumen, cuando su plus de capacidad y versatilidad interior empezó a ser también argumento de los SUV y con un diseño de carrocería mucho más al gusto del consumidor.
Renault supo leer el mercado y convirtió su poco afortunado Modus en el actual Captur. Y el mercado le ha reconocido el acierto. Seguro que mucho más arriesgado fue inspirarse en la filosofía SUV para proponer la 5ª generación del Espace, uno de los monovolúmenes por antonomasia. El resultado ya está en la calle y veremos cómo responde.
Opel ha tomado nota y por partida doble también prepara una reconversión de sus futuros Zafira y Meriva. El diseño de sus carrocerías virará hacia el mundo SUV, no como modelos natos, solo llevando ese estatus a sus siluetas pero sin que suponga penalizar sus dotes de capacidad y versatilidad de carga y transporte de pasajeros.
En el caso del Meriva, su replanteamiento exigirá renunciar a su configuración de puertas enfrentadas, que no parece que hayan sido un revulsivo para el modelo. No por ello el futuro Meriva sacrificará practicidad familiar. De hecho, con un específico SUV como el Mokka en la gama Opel, el futuro Meriva será más grande y capaz como coche familiar. Se seguirá fabricando en Zaragoza y de este proyecto surgirá también la próxima generación del Citroën C3 Picasso, como fruto del acuerdo entre PSA y General Motors. El Citroën C4 Cactus nos puede dar una idea del planteamiento que tomará la futura generación del C3 Picasso.
El futuro Opel Zafira también seguirá la línea de reconversión del Meriva. Su acercamiento al mundo SUV no será por una acentuación de su diseño. La idea es mantener al cliente tradicional del monovolumen, atrayendo a la vez al del SUV.
Peugeot será más radical en este sentido. Sus últimos conceptos sobre la materia, en concreto el SxC y antes el Quartz, exaltan las formas y los matices más definitorios de los SUV. En este caso, será el futuro 3008 el que abandone su tipología, por la de un SUV muy evidente. Con una doble configuración de carrocería, de 5 y 7 asientos, reemplazará también al monovolumen 5008.
Por último, en los planes de Seat no se puede hablar de reconversión. Si el ya desaparecido Altea Freetrack combinó ambas filosofías quizá sin convencer ni a uno ni a otro tipo de cliente, con el concepto 20V20, Seat apunta directamente al SUV más puro, como lo hemos asimilado a día de hoy, con un producto con el que Seat quiere ganar presencia en el mercado y credibilidad, con un modelo que debería subir la categoría percibida de la marca.