La cifra real de consumo de combustible de tu coche es en la mayoría de los casos mayor que la “oficial” u “homologada”, la que anuncia el fabricante. Tanto que en AUTOPISTA, donde medimos en condiciones reales de tráfico el gasto de combustible, comprobamos que la diferencia media entre las dos cifras es de un 25,3 por ciento.
Hasta ahora se utiliza para lograr una cifra oficial de consumo un procedimiento de laboratorio, colocando el coche en un banco de rodillos y realizando aceleraciones y cambios de marcha programadas. Se llama New European Driving Cycle (NEDC) y, pesar del nombre, no tiene nada de nuevo porque este sistema se usa desde el año 1997.
Este sistema irá desapareciendo para pasar a usar, para todos los coches nuevos desde 2017, el llamado Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedures (WLTP) que introduce condiciones de tráfico real y un coche no preparado especialmente para la ocasión, para homologar una cifra de consumo. El 95 por ciento de los coches nuevos matriculados en el año 2020 habrán sido ya homologados con este nuevo procedimiento, según el International Council on Clean Transportation (ICCT).
Estas son las claves del futuro método de medición de consumo en los coches nuevos, resumidas a partir de los datos de Anfac y Acea.
1 Ignición
El vehículo tiene que arrancar en frío, como se haría en condiciones normales de circulación. Se proponen, eso sí, rangos de temperaturas máximas y mínimas. Normalmente se hará entre 20 y 30 grados de temperatura ambiente, aunque hay instancias que piden bajarla hasta los 14 grados.
2 Motor
La mecánica no puede ser completamente nueva. Al menos debe haber recorrido 3.000 kilómetros asegurando que las prestaciones que ofrece son las mismas que nos encontraremos en un vehículo real.
3 Lubricantes
Deberán tener especificaciones estándar para las condiciones en las que se vaya a usar el vehículo.
4 Combustible
Se usará el carburante de referencia designado para la prueba, ya sea gasolina o gasóleo. El depósito de combustible estará lleno al 90 por ciento de su capacidad máxima, medida con el coche completamente horizontal.
5 Uso del cambio y acelerador
Se establecerán normas de uso en número de cambios de marchas y aceleración para asegurar la similitud de la prueba entre los diferentes tipos de vehículos.
6 Consumos eléctricos
La radio, equipo de navegación u otros equipamientos electrónicos, así como el aire acondicionado estarán apagados. De esta forma se pretende que la prueba sea “justa entre los diferentes equipamientos”.
7 Luces de día
Deberán estar encendidas en todo momento.
8 Neumáticos
Deben ser los estándar que vaya a usar ese modelo y versión de coche y encontrarse en un estado normal y con la presión específica (medida en frío) para la circulación en tráfico abierto.
9 Frenos
Deben estar en un estado normal de uso. El test de homologación también tiene fases de frenado específicas.
10 Posición del volante
Estará recto al menos durante una parte determinada de la prueba para, así, asegurar que la resistencia a la rodadura de la banda del neumático es realista.
Para intentar que las cifras obtenidas sean lo más realistas e independientes posibles, las pruebas se llevarán a cabo por parte de probadores pertenecientes a organismos oficiales e independientes. Estas instituciones, además, se responsabilizarán de los resultados obtenidos. Asimismo, los equipos de laboratorios utilizados en las mediciones estarán “aprobados por organismos independientes para asegurar su conformidad” tal y como se explica en el “Plan de Movilidad Anfac”.
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