Ir donde quieras, pasar allí el tiempo que te apetezca, sin necesidad de compartir espacios comunes con otras personas y con la tranquilidad de que la noche te puede sorprender en la carretera. Muchos ya conocen las ventajas de las autocaravanas, que más que una forma de viajar son una forma de entender la vida. Pero todo indica que será el Covid-19 el que dé el gran empujón al sector, especialmente al segmento de las caravanas, más baratas.
En España, al contrario que en otros países europeos como Alemania, el mercado de las autocaravanas y caravanas es muy reducido. Sin embargo, las dudas generadas por el coronavirus y sus consecuencias directas sobre nuestra vida (reducciones de aforo en hoteles, bares y restaurantes o campings) han disparado el interés por un medio de transporte muy especial. En este caso concreto, nos centraremos en las caravanas. ¿Qué tienes que saber antes de ponerte en marcha?
Caravana, no autocaravana
Caravana y autocaravana no es lo mismo aunque a un neófito se lo pueda parecer. La caravana es aquel vehículo que necesita ser remolcado por un coche. En él podemos hacer vida una vez estemos parados, aunque siempre en los lugares permitidos para ello, especialmente por la noche. La autocaravana, por el contrario, ya cuenta con un motor que permite su propulsión, por lo que no es remolcada.
La gran ventaja de la caravana es la flexibilidad que aporta, pues nuestro coche de diario puede ser utilizado para remolcar a ésta durante nuestras vacaciones y, por tanto, convertir nuestro coche en nuestra casa. Además, podemos dejar aparcada la caravana en un parking y utilizar el coche de forma independiente para hacer turismo. Al contrario, es casi quimérico utilizar una autocaravana como un coche de diario, por comodidad, normativas y consumos.
No olvides, antes de hacerte con una caravana, comprobar en la ficha técnica del vehículo cuál es la carga máxima que puede remolcar tu coche. Además, necesitarás un enganche especial que, si lo has instalado posteriormente a la compra, tendrás que homologarlo en la ITV y reflejarlo en la tarjeta del vehículo.
¿Qué necesito para conducir una caravana y qué debo tener en cuenta?
Conducir una caravana no es sencillo. Ten en cuenta que estaremos sumando cientos de kilogramos extra a nuestro coche, por lo que los tiempos de reacción y adelantamiento cambian sustancialmente. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que la longitud también es mayor y las maniobras son más complicadas. Es lógico, por tanto, que no todas las caravanas pueden ser conducidas con un carné B, tal y como puedes leer en la Instrucción 16 C-124. Las licencias necesarias quedan así:
- Carné B: Cuando el peso de la caravana es inferior a 750 kg o cuando es ssuperior a 750 kg pero el peso del conjunto es inferior a 3.500 kg.
- Carné B96: Se trata de la llamada "Autorización 96". En su pequeño examen complementario al carné de conducir y que no requiere de prueba teórica, sólo práctica. Esta licencia es necesaria cuando la caravana pesa más de 750 kg y el peso del conjunto es superior a 3.500 kg e inferior a 4.250 kg. En este caso, el peso del vehículo propulsado nunca puede superar los 3.500 kg.
- Carné B E: En este caso, además del carné B también es necesaria la licencia E. Este requisito es imprescindible para aquellas caravanas que pesen más de 750 kg y el conjunto supere los 4.250 kg, aunque el vehículo propulsado tampoco pasará nunca de los 3.500kg.
Además, hay que tener en cuenta que los límites de velocidad también cambian. Así, en carreteras secundarias la velocidad máxima a la que podremos movernos será de 80 km/h, aunque donde más notaremos la diferencia será en las autopistas, donde el límite se rebaja a los 90 km/h. Y las caravanas con un peso mayor a 750 kg deben ser matriculadas y contar con seguro propio.
