Circular con un vehículo en mal estado es un peligro para los ocupantes, para el resto de usuarios de la vía, incluso para el medioambiente. Por eso, es necesario que todos los automóviles pasen una inspección técnica que garantice su buen estado para circular.
Así, una vez cumplidos los cuatro años desde la fecha de matriculación, los turismos están obligados a pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). A partir de ahí, la revisión se hace cada dos años hasta cumplir 10, momento en el que deberán superarla anualmente.
La electrificación de los vehículos ha supuesto un cambio en la industria automovilística. Los fabricantes y las administraciones han impulsado nuevas formas de movilidad con el objetivo de reducir las emisiones y acabar con la dependencia de recursos no renovables. Como los coches eléctricos no generan gases contaminantes, muchos se preguntan si también deben pasar la ITV. Pues sí. Al igual que los coches de combustión, los eléctricos están obligados a pasar la ITV.
La ITV de los coches eléctricos
La principal diferencia entre los vehículos eléctricos y de combustión a la hora de pasar la ITV es que los eléctricos no deben realizar ninguna prueba de emisiones contaminantes, por lo que sería lógico pensar que “sea más barata la inspección de un coche o moto eléctricos que de uno de combustible tradicional", según explica la web de la ITV.
En relación con la seguridad, estos vehículos están diseñados para cumplir con una serie de requisitos especiales. “El objetivo es asegurar que los vehículos electrificados son seguros ante las descargas eléctricas. Para ello, es necesario identificar correctamente todos los elementos peligrosos conductores de alta tensión. Por ejemplo, su cableado debe disponer de una cubierta de color naranja y las tapas de protección llevarán un símbolo de alta tensión", explica Juan Portillo, gerente técnico de la División ITV de TÜV SÜD España.
En cuanto a su seguridad funcional, este tipo de automóviles, que no emiten mucho ruido, están correctamente equipados para alertar al conductor mediante señal óptica y/o acústica cuando el vehículo está arrancado. Además, a partir de 2020, deberán incluir el SAAV, un sistema de aviso acústico del vehículo que pretende proteger a los usuarios vulnerables de la vía pública en zonas urbanas, que avisará acústicamente cuando el vehículo circule a menos de 20 km/h.
A pesar de estos sistemas y componentes particulares, los vehículos eléctricos no deben someterse a ninguna prueba adicional durante la revisión de la ITV. El Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones ITV incluye herramientas para poder rechazar un vehículo si presenta un riesgo eléctrico. Por el momento, solo existe un borrador de propuesta del Foro Mundial para la Armonización de la Reglamentación sobre Vehículos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) que pretende incluir nuevos puntos de verificación específicos para estos vehículos.