La seguridad en el automóvil sigue avanzando imparable gracias al esfuerzo de fabricantes, administraciones y empresas dedicadas al desarrollo de componentes y asistentes. Una de ellas, ZF, acaba de mostrarnos ya el primer prototipo sobre un Opel Insignia de un revolucionario nuevo airbag, en este caso lateral y externo. El objetivo de esta nueva innovación es reducir la siniestralidad que produce uno de los accidentes viales más peligrosos: el choque por impacto lateral.
Según ZF, cada año solo en Alemania mueren aproximadamente 3.200 personas en accidente de tráfico, de las que nada menos que 700 son causadas por este tipo de impacto lateral. ¿Por qué es tan peligroso? Porque la zona de deformación es particularmente corta en esta zona y los órganos vitales del tórax sufren las consecuencias. Mediante estas nuevas bolsas gigantes externas, la compañía asegura que se aumenta significativamente la zona de deformación lateral justo antes del accidente. Con ellas, la gravedad de este tipo de choque podría mitigarse hasta en un 40 por ciento, lo que contribuiría a salvar muchas vidas.
Pero, ¿cómo funciona exactamente este nuevo airbag externo? En el vídeo tienes la demostración: ante la certeza de un impacto inminente, la bolsa de aire, ubicada entre los ejes, es capaz de desplegarse en un tiempo de apenas 150 milisegundos. El sistema consta de un conjunto de cámaras y sensores de radar y láser que, combinados, llegan a cubrir hasta el 99,94 por ciento del entorno del vehículo.
El airbag que se despliega en caso de accidente no es en realidad muy diferente del resto de airbags del coche, aunque sí es mucho más grande y requiere de una técnica adaptada. Aquí, tres infladores llenan de aire unas bolsas que, en función del coche, pueden ser de entre 280 y 400 litros. Los airbags convencionales son de aproximadamente 100 litros. Obviamente, la presión de los infladores también es significativamente mayor.
De momento, el airbag lateral externo es una demostración instalada en un prototipo, porque tiene aún que resolver dificultades antes de su producción en serie. Por ejemplo, aún no terminan de funcionar de manera óptima en condiciones climáticas adversas, la técnica de desplegado ante un choque inminente plantea muchos problemas en la detección y evaluación sin fallo del siniestro o hay que proteger también a peatones, ciclistas o motoristas en caso de que se despliegue el airbag violentamente.
ZF asegura también que la tecnología combinada de sensores y cámaras que ya está desarrollando podría servir, también, como base para la futura conducción autónoma. ¿Cuándo lo veremos? Esperemos que muy pronto.