El ALD Ecomotion Tour se ha vuelto a poner en marcha. Con la celebrada la pasada semana, son ya once las ediciones ininterrumpidas de este evento con el que se busca demostrar hasta qué punto es posible reducir el consumo de combustible y la emisión contaminante cuando se realiza una conducción cuidadosamente eficiente.
El reto para los 27 equipos participantes representando a 19 marcas pasó, un año más, por rebajar las cifras de consumo homologadas por el vehículo utilizado; un desafío, toda vez que el registro a batir, el obtenido en un banco de rodillos según la norma NEDC —hasta septiembre no será obligatorio cumplir con los requisitos más próximos a condiciones de uso real que establece la WLTP—, debe conseguirse en carretera abierta al tráfico y con dos ocupantes en cada vehículo: un representante de la marca del coche elegido a criterio del equipo participante con la únicas limitaciones de cilindrada y un periodista.
Los recorridos, con un total de 601 kilómetros, quedaban marcados por la organización, del mismo modo que los tiempos en los que se podían realizar (la media de velocidad rondaba los 65 km/h), lo que convierte el reto en una combinación de prueba de regularidad y competición de miniconsumo.
El reto que, en esta ocasión, propuso el equipo de ALD Automotive, especialista en renting vehículos para empresas y gestión de flotas, también se extendió más allá de a vehículos de gasolina y gasóleo. Tuvo en cuenta, por primera vez, a modelos con sistemas de propulsión eléctricos que, compitieron en una ruta con un kilometraje inferior: 94 km en total en los que el vehículo ganador, el Volkswagen e-Golf logró un consumo medio de 12,7 kWh/100 km.
La participación de marcas distintas y con diferentes tipologías de vehículos —entre los inscritos, además de turismos, había SUV e industriales ligeros— llevó también a la carretera, junto a coches Diesel de menos de 3 litros de cilindrada y de gasolina de 2,5 litros, a híbridos o vehículos movidos por gas licuado de petróleo, estableciendo categorías propias para cada uno de ellos.
El ganador absoluto fue el BMW X3 XDrive 3.0d, que rebajó el consumo homologado por el fabricante un 31,87 por ciento. Consecuentemente, obtuvo el triunfo en la categoría de SUV de más de 135 g/km CO2. El resto de ganadores por categorías fueron el Opel Grandland X 2.0 CDTI entre los SUV que emiten por debajo de esa cifra; el Hyundai Ioniq en la clasificación de los híbridos.
Entre los turismos con motores térmicos, los vencedores fueron, el Audi A6 3.0 TDI en la categoría de los de más de 118 g/km de CO2 y el Seat Ibiza 1.5 TSI Evo FR, en la de menos de 118 g/km, en este caso, con la participación de nuestra revista Coche Actual en el equipo.
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