Acaba una campaña marcada por las huelgas y por un PP catalán que gana centralidad

La campaña de las elecciones generales llega este viernes a su punto y final marcada por las huelgas de médicos y estudiantes, y también porque a lo largo de estos días, el PP catalán ha consolidado su estrategia de ganar centralidad en una comunidad que hasta la fecha a sido muy hostil a los de Mariano Rajoy.

Los sondeos auguran un resultado muy ajustado, pronosticando una victoria por la mínima del PSC, y también que el PP podría dar la campanada y convertirse en segunda fuerza política, desplazando así a CiU a la tercera posición.

Ante el crecimiento que los sondeos dan al PP, reflejando así que este partido ya no causa rechazo frontal en Catalunya como ocurría en el pasado, PSC y CiU han recurrido al argumentarlo habitual: los socialistas liderados por Carme Chacón contraponen sus propuestas y su modelo a un PP anticatalán, neoliberal y muy de derechas, mientras que la federación habla de derecho a decidir, una financiación similar al concierto económico, y pide un gesto a los suyos para reforzar al Govern de Artur Mas.

PSC: IRRUMPE EL DEBATE CONGRESUAL

El PSC ha hecho una campaña clásica, y su mensaje ha sido claro: Catalunya puede volver a frenar a la derecha votando al partido de la rosa, único garante de las políticas sociales.

El debate precongresual ha irrumpido en la campaña, con guiños de Carme Chacón a todos los candidatos, y ya ha trascendido que tras el 20N, durante la próxima semana, ya harán sendas presentaciones de cómo debe ser el PSC del futuro tanto Pere Navarro como Miquel Iceta --quien oficialmente no se ha postulado, aunque todo el mundo lo da por hecho--.

CiU: APOYO AL GOVERN

Las recetas económicas y el pacto fiscal son las propuestas estrella que el candidato de CiU, Josep Antoni Duran, no se ha cansado de exponer en los auditorios de las cuatro provincias que ha visitado, erigiendo a la federación como la única que puede defender los intereses de Catalunya en Madrid y hacer de contrapeso al monopolio del PP.

El candidato ha estado en el ojo del huracán en varias ocasiones durante los últimos días, con declaraciones polémicas sobre los homosexuales, el PER e inmigración, y ha apelado a concentrar el voto en la federación en un mensaje dirigido a los socialistas decepcionados, nacionalistas, soberanistas, votantes de ERC, y los del PP que ya saben que gobernarán en España, en defensa de los intereses catalanes y para reforzar la política que impulsa el Govern de Artur Mas.

CiU es consciente de que en estas elecciones hay mucho en juego, y tras el 20N, las principales incógnitas son si los recortes presupuestarios pueden perjudicar al Govern, si pueden implicar cambios en la dirección de UDC, y si pueden tener consecuencias también en las relaciones entre el partido democristiano y Convergència.

PP: ALEGRÍA CONTENIDA

Para no abandonar esta centralidad de la que ha hecho gala y en un clima de euforia contenida, el PP catalán ha optado por seguir a rajatabla el modelo de campaña de Mariano Rajoy y centrar todos sus actos e intervenciones en la economía y el paro, uno de los arietes con el que los populares han tratado de desgastar las aspiraciones socialistas.

La campaña ha transcurrido plácida para los populares, con la única excepción de la afonía que obligó a ausentarse durante dos días al candidato, Jorge Fernández, y ha estado trufada de visitas de dirigentes nacionales como el propio Rajoy en dos ocasiones, la presidenta manchega, María Dolores de Cospedal, el presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, también en dos ocasiones.

Los populares aspiran a superar su mejor resultado en Catalunya y aupar a Rajoy a la Moncloa superando los 12 diputados cosechados en el 2000, recuperando el diputado por Girona --única provincia española en la que no tienen representación-- y logrando por primera vez senadores de elección directa erigiéndose segunda fuerza en Barcelona y Tarragona.

ERC: LA NUEVA DIRECCIÓN MARCA PERFIL

Animada por unas encuestas que meses atrás le dejaban fuera del Congreso y que ahora les pronostican entre 2 y 3 diputados, ERC se ha atrevido en esta campaña a pescar entre los votantes del PSC descontentos con el giro al centro del PSOE, y entre los votantes soberanistas de CiU que ven a Duran demasiado alejado del 'derecho a decidir' de Artur Mas.

Tanto el candidato de ERC-Catalunya Sí, Alfred Bosch, como el nuevo presidente del partido, Oriol Junqueras, han exhibido una estrategia calculada por la que, mientras con una mano han cargado duramente contra Duran al que incluso han instado a 'dejar la política', con la otra han hecho guiños a CiU para hacerle saber que ERC está dispuesta a sellar pactos en Catalunya para restar protagonismo al PP.

ICV-EUiA: 'NÍTIDAMENTE' DE IZQUIERDAS

Centrado sobre todo en seducir a indecisos y decepcionados con el Gobierno socialista, Coscubiela ha insistido en señalar a la suya como la única formación 'nítidamente de izquierdas' válida para salir de la crisis, y ha repetido que la solución no pasa por una derecha a la que ve dispuesta a aprovechar la coyuntura para imponer más recortes.

Ha concluido su campaña satisfecho de haber puesto en debate temas como los lobbies o la regeneración democrática, y ha alardeado de los manifiestos en su apoyo firmados por intelectuales, artistas y trabajadores del país, que simbolizan, a su juicio, la ampliación del espectro político-social favorable a ICV-EUiA.