Año y medio de cárcel para dos hombres que robaron dinero y tabaco de un bar de Castro escalando la ventana

El Juzgado de lo Penal número Tres de Santander ha condenado a un año y seis meses de cárcel cada uno a dos hombres de nacionalidad rumana que robaron dinero y cartones de tabaco de un bar de Castro Urdiales, al que entraron por el procedimiento del escalo, tras romper una ventana situada a unos dos metros de altura.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 20 de noviembre de 2008, cuando los acusados, I.I.N., de 41 años, y G.D.B., de 38, junto con otras personas, forzaron una de las ventanas del bar, situado en la Bajada del Chorrillo, y empleando un destornillador o instrumento similar, hicieron saltar la hoja para entrar.

Un vez dentro del local, se apoderaron de un teléfono móvil y rompieron la máquina registradora, de la que sustrajeron 600 euros. También rompieron dos máquinas tragaperras, apoderándose en total de otros 1.928 euros.

Rompieron igualmente la máquina expendedora de tabaco, de la que se llevaron 10 cartones de diferentes marcas, por un valor total de 517 euros.

Los daños ocasionados en las máquinas tragaperras ascienden a 3.700 euros, no habiéndose tasado los ocasionados en las ventanas, la máquina registradora y la de tabaco.

Ese mismo día, sobre las cuatro de la madrugada, la Guardia Civil interceptó a los acusados en la localidad de Liendo, cuando se encontraban en un vehículo, marca BMW, junto con otras dos personas, en la localidad de Liendo. En el interior del coche se encontraron 1.636 euros, varios paquetes de tabaco y el teléfono sustraído.

La sentencia considera a los acusados culpables de un delito de robo con fuerza. Uno de ellos, I.I.L., no compareció en el juicio y está declarado en ausencia, mientras el otro negó los hechos, asegurando que se había quedado dormido en el coche y desconocía la procedencia de los efectos encontrados.

La sentencia impone a cada uno de los acusados un año y seis meses; a que indemnicen conjuntamente al propietario del bar con 891 euros, cantidad que corresponde al dinero no recuperado, así como la que se determine por los daños ocasionados; y a la empresa propietaria de las tragaperras con 3.700 euros por los desperfectos.