Alfa 8C Competizione

Toda la herencia histórica de Alfa como marca y filosofía automovilística se reflejan en el 8C Competizione. En sus entrañas, un motor V8 de origen Ferrari espera impaciente.

Alfa 8C Competizione
Alfa 8C Competizione

No hace falta ser un alfista consagrado para darse cuenta de que estamos ante un automóvil firmado por la arca del "Biscione". El 8C Competizione representa, por un lado, la filosofía y el diseño de Alfa sintetizados y, por otro, un homenaje a su palmarés deportivo.De momento sólo podemos hablar de su diseño, puesto que no hemos tenido la oportunidad de conducirlo, aunque todo llegará. El 8C ha sido obra del Centro Stile Alfa Romeo, o lo que es lo mismo, la meca del diseño de la marca italiana.Parece justo recordar ahora a los diseñadores que han pasado por Alfa o que, al menos, han tenido la oportunidad de crear algún automóvil con su logo sobre la parrilla. Nombres como Zagato, Pininfarina, De Silva o, más recientemente, Guigaro han plasmado su firma en alguna de las creaciones de la marca del trébol de cuatro hojas. Esta vez Wolfgang Egger, del Centro Stilo, puede considerarse el padre de la criatura.

El Alfa 8C hace guiños a modelos del pasado, como los 33 Coupé Stradale o los Giulia TZ. Por supuesto, el diseño no es sólo imagen, sino que detrás se esconde un profundo estudio para conseguir el mejor coeficiente aerodinámico, así como un comportamiento acorde con el espíritu del 8C. Y es que prescindiendo de alerones y deflectores que pudieran romper la armonía de sus líneas, gracias al carenado inferior del piso se consigue que el 8C se pegue al asfalto eficazmente, explican desde la marca. Tiene que ser así. Con el motor V8 de 450 CV que lo propulsa no es para menos. Ha sido retocado por los ingenieros de Alfa partiendo de un V8 de Maserati fabricado en aluminio, que a su vez deriva directamente de los propulsores empleados por Ferrari. Culatas, admisión y alimentación han sido modificados. Además de los 4,7 litros de cilindrada, dispone también de un turbocompresor, que colabora decisivamente a que el 80 por ciento de los 47 mkg de par máximo estén disponibles desde apenas 2.000 rpm. Con ello se consigue que la respuesta al acelerador sea inmediata e instantánea, algo imprescindible en un deportivo.Como buen deportivo, el 8C es un coupé de propulsión, con la caja de cambios colocada sobre el eje posterior. Ésta es muy similar a la F1 de Ferrari, o lo que es lo mismo, una evolución muy avanzada del primer Selespeed. En realidad, se trata de una caja de cambios convencional con un embrague electrohidráulico pilotado, mucho más rápido y efectivo que el pie y la mano del afortunado conductor.En el 8C dispone de seis relaciones y cinco programas diferentes de funcionamiento. Dos de ellos en modo secuencial y otros tantos en modo automático. Además, en ambos casos se puede elegir entre normal y sport. El quinto modo sería el denominado Ice, exclusivo para poder domar toda la caballería cuando las condiciones del asfalto no son las más propicias para garantizar la máxima adherencia. Por supuesto, el autoblocante permitirá a los más avezados disfrutar al volante con cada golpe de gas. Centrándonos en el bastidor, todo parece haber sido puesto a punto para disfrutar de la conducción con toda pasión. Los brazos de la suspensión son de aluminio y los amortiguadores regulables permiten ajustar el comportamiento a los gustos de cada propietario. Las llantas de 20 pulgadas y el control de estabilidad VDC convenientemente puesto a punto, redondean el conjunto.Para poder gozar con las sensaciones, nada mejor que un habitáculo con detalles deportivos como los baquets, el volante de tres radios con las levas del cambio o el salpicadero de fibra de carbono. En España sólo se efectuarán 10 entregas, tras recibir 15 solicitudes por parte del público