Nevadas a nivel de mar, vientos de hasta 125 kilómetros por hora, heladas en toda la Península…España espera hoy la llegada de un frente polar y siberiano del que hablaremos mucho durante toda la semana. No es para menos: Protección Civil ha avisado a todas las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Meteorología prevé la caída de temperaturas más brusca de los últimos años.Esta nueva masa de frío llegará acompañada de nieve, hielo y fuertes ráfagas de viento. Aunque afectará a todas las regiones del país (incluidas las Islas Canarias), azotará con especial intensidad a la mitad norte peninsular y a Baleares. Según ha informado el Centro Nacional de Predicción, la situación se agravará aún más durante el miércoles y el jueves, cuando algunas zonas del interior podrían registrar temperaturas de hasta 15 grados bajo cero.El Instituto Nacional de Meteorología advierte de fuertes nevadas incluso en poblaciones a nivel de mar, aunque lo normal es que la cota se sitúe esta madrugada en torno a los 200 metros. El viento, por su parte, golpeará a buena parte del país, especialmente a Cataluña, donde Protección Civil ha alertado de la existencia de fuertes ráfagas que superarán los 125 km/h. También el hielo se presentará por toda nuestra geografía, a consecuencia de las bajas temperaturas.La llegada de este fuerte temporal ha encendido las alarmas en todo el país. El Ministerio del Interior aconseja a los ciudadanos que presten especial atención a las recomendaciones que se hagan desde el Gobierno para afrontar esta ola de frío. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda no utilizar durante estos días el vehículo privado por las enormes dificultades de circulación.Eso sí, en caso de que sea imprescindible la utilización del coche, Tráfico recomienda que todos los conductores revisen cuidadosamente neumáticos, frenos y anticongelante y que tengan la precaución de llevar cadenas, elementos de abrigo y el depósito de combustible lleno.Es preferible circular por carreteras nacionales y en horas diurnas. Durantes esta semana, la DGT considera muy peligroso viajar de noche y por carreteras secundarias.Para las próximas horas, Tráfico recomienda que todos los conductores que se desplacen en vehículo privado soliciten antes información previa del estado de las carreteras y de la situación meteorológica. A la derecha te ofrecemos todos los enlaces necesarios para que te informes sobre ello.Si estás en carretera, y es posible, resulta también recomendable que sintonices en todo momento las principales emisoras de radio, con el objetivo de estar al tanto ante cualquier imprevisto o cambio climático. Asimismo, es importante disponer siempre de teléfono móvil, a ser posible con batería de recambio. En caso de quedarse atrapado por la nieve, el Ministerio del Interior recuerda que lo mejor es permanecer en el coche, manteniendo encendido el motor y con la calefacción puesta. También hay que renovar el aire cada cierto tiempo.Todos los conductores deben prestar durante estos días una especial precaución ante la segura aparición de hielo en la calzada. El fuerte descenso de las temperaturas provocará la formación de numerosas placas por toda nuestra geografía. Hay que tener en cuenta que este fenómeno meteorológico es especialmente peligroso para la circulación, ya que dificulta el control del coche. Te ofrecemos todos los consejos para que las placas de hielo no te sorprendan al volante.
El hielo, un enemigo invisible
Una de las situaciones más peligrosas y difíciles de resolver en la conducción se produce cuando nos encontramos con una placa de hielo sobre la carretera. Son muy difíciles de detectar, pues nos acechan de forma repentina a la salida de una curva o tras un cambio de rasante, habitualmente en zonas sombrías y no siempre en zonas de montaña. Las heladas suelen producirse a última hora de la noche y a primera hora de la mañana.
Es
importante tomar precauciones en esta época del año ante estas situaciones tan
peligrosas. Actualmente muchos de los modelos de coches de gama media disponen
de avisadores de temperatura inferior a los dos grados positivos para alertarnos
del peligro de posibles placas de hielo en la carretera, pero esto no es suficiente;
tenemos que estar preparados para una actuación inmediata en caso de encontrarnos
con el pavimento helado.
Lo primero que tenemos que hacer es reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad suplementaria con el vehículo que nos precede para disponer de más espacio en caso de apuro.
Como medida de precaución procuraremos no ceñirnos demasiado al interior de las curvas, pues es en estas zonas donde se suele situar una mayor concentración de hielo, ya que no hay rodadas de otros vehículos y suelen estar al resguardo del sol.
Si nos encontramos repentinamente con una placa de hielo tenemos que actuar con rapidez, pero con mucha serenidad. Lo más importante es no frenar bruscamente ni provocar violentos movimientos del volante, pues la notable diferencia de adherencia puede provocar un patinazo. Es importante marcar la trayectoria de forma muy suave y limpia, ayudando a salir de la curva abriendo ligeramente la trazada hacia el exterior, de forma natural.
Procuraremos llevar engranadas las marchas largas que permitan circular entre 1.500 y 2.500 rpm para que los movimientos se transmitan con la máxima suavidad.
Si necesitamos frenar, pisaremos con muchísima suavidad el pedal del freno. El ABS ayuda, pero no es un remedio infalible ante el hielo. Si en un vehículo equipado con este elemento detectamos que el pedal del freno tiembla al pisarlo, podemos apretar con firmeza, pues es señal de que está funcionando correctamente.
Si el coche sobrevira, es decir, la parte trasera trata de adelantarnos, deberemos girar el volante en sentido contrario. En una curva a derechas, lo más normal es que la parte trasera se vaya hacia el exterior de la curva, por lo que giraremos el volante hacia la izquierda hasta que el coche se coloque correctamente. Una vez hayamos recuperado la trayectoria, enderezaremos el volante y aceleraremos levemente para recuperar el control.
En caso de que subvire o se nos vaya de la parte delantera, es decir, el coche trate de seguir recto en las curvas, lo más sencillo es levantar el pie del acelerador y abrir un poco la dirección para facilitar la recuperación de adherencia. Una vez corregido, podemos volver a dar gas suavemente.