Merced al pacto firmado en la noche del sábado, los 928 empleados de la plantilla leridana de Lear se acogen al expediente de regulación de empleo presentado por la compañía, una de las fabricantes de componentes para automoción más importantes del mundo.
Aunque falta que la asamblea de trabajadores ratifique el acuerdo, parece claro que no habrá más conflictos. A final de año se echará el cierre a la planta y, para entonces, los integrantes de la plantilla habrán sido indemnizados, recolocados o prejubilados.
El acuerdo estipula en realidad 45 días de indemnización por año trabajado más un complemento en función de antigüedad y productividad que supone una media de 15 día más por asalariado. En total, los despedidos cobrarán unos 60 días por cada año que han estado en la empresa. Los trabajadores pedían 80 días y la empresa sólo ofrecía los 45 que marca la ley, con lo que los sindicatos no han podido por menos que valorar positivamente el acuerdo.
Además, los trabajadores mayores de 55 años, un total de 17, se acogerán a un acuerdo con la Seguridad Social para ser prejubilados. Para todos los demás, Lear contratará una empresa de búsqueda de trabajo que se encargue de proporcionarles nuevas ofertas.
La multinacional, de origen estadounidense, también se ofrece a recolocar a 170 empleados en otras fábricas del grupo en España.
Para Vicenz Racosa, portavoz de Comisiones Obreras, se ha roto la "posición inflexible" de la empresa y ahora lo que se busca es un compromiso para hacer posibles las recolocaciones a través de la mesa de la reindustrialización de las tierras de Lleida que impulsa la Generalitat de Cataluña.
Precisamente ha sido la Generalitat quien ha jugado un papel muy importante en la resolución del conflicto. Al decir de todas las partes, los representantes de la Consejería de Trabajo han hecho un gran trabajo de conciliación: "Han hecho los deberes", sentencia Manuel Gallardo, responsable de la Federación del Metal de UGT en Cataluña.
Por su parte, Jordi Pujol ha mostrado su satisfacción por el acuerdo entre Lear y los trabajadores y ha afirmado que "el trabajo principal que tiene la Generalitat ahora es proporcionar trabajo en la zona a los trabajadores de Lear". Pujol ha explicado que la futura colocación de los trabajadores despedidos era un tema que "preocupaba" a la Generalitat desde hacía meses y, por este motivo, ha afirmado que "desde primer momento ya habíamos empezado a buscar una solución".
Pese a las felicitaciones, la Generalitat también recibe algún varapalo. La oposición, encabezada por el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Catalunya, ha recriminado al Ejecutivo de Jordi Pujol su tardanza en reaccionar ante el problema de Lear. Aseguran que ha tenido que anunciarse que un millar de trabajadores perdería su empleo para que se decidiese la puesta en marcha de un plan industrial para las comarcas leridanas.