Absuelto un conductor ebrio por un error del fiscal

El representante de la acusación pública no llamó a declarar a los agentes que practicaron el test de alcoholemia al acusado cuando éste provocó una colisión al conducir borracho por las calles de Barcelona.

La sección sexta de la Audiencia de Barcelona ha decidido absolver al inculpado, Alberto G.M, de 20 años, de su segunda acusación por conducción temeraria bajo los efectos del alcohol. El motivo aducido para esta absolución fue en realidad un error del fiscal. Éste no llamó a declarar a los agentes que practicaron el test de alcoholemia a Alberto G.M. cuando provocó una colisión en la calle Ávila de Barcelona el 21 de diciembre de 1997.
La dotación de la Guardia Urbana que le detuvo apreció síntomas claros de ebriedad y el test de alcoholemia que se le aplicó por parte de los policías municipales resultó positivo. Sin embargo, después, no hicieron que el acusado firmase estos exámenes, por lo que tampoco pudieron esgrimirse como pruebas en el juicio. Este error, sumado a que el fiscal no hizo declarar a los agentes encargados del control de alcoholemia, provocó la absolución.