1. Llenarlo más de la cuenta para alargar los repostajes.
Sí, a poca gente le gusta parar a repostar. Es por ello que muchos conductores llenan el depósito hasta la boca. Pero esta es una actitud que puede acarrear problemas. Por un lado, te va a salir más caro porque acabará vertiéndose combustible al suelo. Por otro lado, es perjudicial para el medio ambiente. Pero nos encontramos con más problemas. Tal y como comentan desde el RACE, la gasolina genera vapores, deben evacuarse durante el proceso de llenado e incluso cuando está almacenada. Y el tapón del coche tiene una válvula que evacúa estos vapores. Pero si se sobrecarga este sistema de evaporación de gases de forma habitual, se verá afectado el sistema de emisiones de gases. Vamos, que a la larga se pueden ver afectados la válvula EGR, el catalizador o el filtro de partículas.
2.Repostar después de que haya rellenado el camión cisterna
Muchos conductores no saben que repostar después de que el camión cisterna haya rellenado los tanques en la estación de servicio no es buna idea. El motivo no es otro que cuando el camión está vertiendo el combustible, se están removiendo todas las impurezas. Estos residuos en circunstancias normales estas están en el fondo del tanque. Si repostas poco después, las introducirás en tu vehículo todas las impurezas con los problemas que supondrá para los diferentes elementos del motor.

3. Equivocarse de combustible
Es una situación más común de lo que parece, echar gasolina en un coche diésel o gasóleo en un vehículo de gasolina, si bien los boquereles hacen que esto sea más difícil. En todo caso las consecuencias no son las mismas, si bien es importante la cantidad de combustible que hayas echado y sobre todo de lo rápido que actúes.
Darse cuenta antes de arrancarlo, tras haber repostado, es la opción más favorable. De esta forma el combustible no entrará en el circuito. Avisa a los responsables de la gasolinera para sacar el combustible equivocado del depósito de tu coche. En caso de que no sea posible tendrás que llamar a una grúa para que lo remoque al taller.
Si has arrancado ya y has recorrido cierta distancia te encontrarás con que el coche no funciona y terminará deteniéndote. En este caso, la única solución será llamar a la grúa para que lo lleve al taller. En ambos casos, tanto en el de la gasolina en coche diésel como en el gasóleo en coche de gasolina habrá que vaciar todo el depósito de combustible, tubos e inyectores por los que haya podido circular el combustible.

4. Repostar con el móvil en la mano
Es común ver a conductores mientras repostan hablando por el móvil o con él en la mano. Esto aparte de prohibido, es peligroso. El artículo 155 en su apartado 3 del Reglamento General de Circulación prohíbe repostar con el móvil expresamente. La multa por hacerlo son 100 euros. Y es peligroso porque puede llegar a suceder que la electricidad estática del móvil encienda una chispa y provoque un accidente.
5. Apurar el depósito
Este error no está relacionado con el repostaje sino con el no repostaje. Si eres de los que apuran el depósito al máximo, conduciendo asiduamente con la reserva, debes saber que el riesgo de que se rompan algunas piezas del coche es elevado. Especialmente los elementos ligados a la inyección.
El más afectado, la bomba de combustible. Este elemento tiene la función de absorber el combustible hasta el sistema de inyección. Cuando el nivel de combustible es bajo, la bomba tiene que hacer un sobresfuerzo ya que no solo absorbe combustible sino también aire. Además esto puede dar origen a sobrecalentamientos.
No solo la bomba, también el filtro de la misma. Aquí se depositan todas las impurezas, y cuando el nivel del combustible es bajo, la concentración de residuos es mayor y puede obstruirse. Otro elemento que puede sufrir son los inyectores. Son los encargados de suministrar el combustible en la cantidad y el flujo correctos. Si entra aire y se produce falta de presión, generará deficiencias que produzcan un sobrecalentamiento.
En los motores diésel el problema es mayor ya que el gasóleo tiene menos densidad y son más sensibles al agua que se forma por la condensación.