Coches eléctricos con pila de combustible de hidrógeno: qué son
El coche de pila de combustible alimentado con hidrógeno y una pequeña batería auxiliar tiene todas las ventajas de un vehículo eléctrico, además de sumar la autonomía de un coche convencional, con un repostaje que se realiza en cinco minutos. Pero ¿dónde? Ese es todavía el problema.
Coches eléctricos con pila de combustible de hidrógeno: cómo funcionan
Hubo prototipos muy adelantados en la quema de hidrógeno, transformando un motor de combustión de gasolina convencional. Solo producían vapor de agua por el escape. Sin embargo, calentar en una explosión a centenares de grados no es la manera más eficiente de consumir el hidrógeno, sino con pila de combustible. Por funcionar a baja temperatura (muy por debajo de los cien grados), no se pierde inútilmente energía en calor y se obtiene una elevada eficiencia energética y bajo consumo.
La electricidad generada por la pila se convierte en movimiento en un motor eléctrico "convencional". El elevado rendimiento del motor eléctrico garantiza el aprovechamiento de la energía original, a pesar de tanto trasiego energético.
Una batería auxiliar proporciona corriente eléctrica inmediata al motor, dando tiempo a que el flujo de hidrógeno a través de la pila aumente cuando el conductor acelera. Esta batería también recupera energía de las frenadas.
En la pila de combustible se genera la electricidad a partir de hidrógeno, gas que transporta el coche en depósitos a una presión muy elevada para una mejor autonomía y oxígeno del aire. Por su "escape" solo se libera agua templada.
El precio del hidrógeno es ficticio, experimental, pues no hay tejido de suministro continuo.
En su estructura, todo el corazón del sistema de pila de combustible va ubicado en la zona delantera. Detrás, los depósitos de hidrógeno a presión. Todo para poder fabricarlo como un coche convencional y una configuración interior habitual.
Coches eléctricos de pila de combustible de hidrógeno: ventajas
-Los coches de hidrógeno cuentan con las mismas ventajas que los eléctricos, aunque aún están por llegar a nuestro país.
-Los coches con pila de combustible son coches con motores eléctricos, si bien no requieren de baterías tan grandes y tan pesadas como en otros eléctricos. Los modelos de pila de combustible o Fuel Cell repostan un hidrógeno que queda contenido en sus depósitos, desde los que surte a la pila. Con ese hidrógeno —en puridad, H2 sometido a una presión de 750 bares— se pueden obtener autonomías superiores a las de cualquier eléctrico «recargable» o «convencional».
-La pila de combustible tiene por tarea generar electricidad. Para ello, trabaja con el principio de electrolisis inversa, obteniendo esa electricidad al combinar el hidrógeno con el oxígeno del aire en presencia de determinados catalizadores presentes en cientos de placas.
-El repostaje del hidrógeno se realiza de forma semejante a cualquier carburante a presión muy alta, para así poder ofrecer una autonomía elevada. Su precio está por debajo de los 10 euros por cada kilo. Si los coches que conocemos con pila de combustible consumen de media 0,9 kg/100 km, eso supone un precio por kilómetro muy contenido en modelos que van dejando de ser poco más que experimentales para convertirse en coches auténticamente de producción, como es el caso del Hyundai Nexo.
Coches eléctricos de pila de combustible de hidrógeno: así se conducen
Imagina un coche eléctrico en el que la recarga se hiciera en cinco minutos. Ese coche existe, es el coche de pila de combustible de hidrógeno. Pero aún está por crear la red de hidrogeneras (hay solo seis en España). Por eso también existirá el fenómeno «ansiedad» -como podría ocurrir los eléctricos-, por temor a agotar la energía antes de poder repostar. Allá donde haya esa red, con coches de hidrógeno de autonomías en torno a 500 km, se muestra como el eléctrico ideal, incluso para viajar.