Los fabricantes tienen nuevo reto. El Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos (NCAP), conocido por sus exámenes de seguridad de los nuevos lanzamientos que salen al mercado, ha creado Green NCAP, un proyecto en el que participan una veintena de organizaciones y laboratorios independientes de ocho países europeos con los que se pretende analizar el nivel de emisiones de cada vehículo, así como examinar la eficiencia de los mismos.
En nuestro país, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) será el encargado de realizar los exámenes que el nuevo proyecto les encargue, como miembro de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Dicha iniciativa tiene como objetivo la promoción de los vehículos de bajas emisiones y ofrecer una información más completa a los compradores.
Para realizar el estudio, los exámenes tienen en cuenta distintos parámetros que han elevado a los coches eléctricos a un nivel de eficiencia insuperable para un vehículo de combustión. Además, se han tenido en cuenta tres vehículos que cumplen con la normativa Euro 6b, vehículos que se siguen vendiendo porque fueron matriculados antes de septiembre de 2017, para mostrar las diferencias con la normativa Euro 6d temp, obligatoria en todos los coches registrados a partir de septiembre de este año.
Sin embargo, este primer acercamiento también ha servido a Green NCAP para hacer autocrítica y mejorar las pruebas de cara al futuro. Así, el proyecto ha anunciado que en el futuro se tendrán en cuenta algunos valores, como la autonomía o la energía consumida durante la fabricación del vehículo, para una mayor fidelidad de las notas, ya que los resultados han establecido una brecha entre eléctricos y vehículos de combustión que no podría ser del todo real.
Green NCAP, los primeros resultados
Tras las pruebas realizadas y con los resultados en la mano, Green NCAP ha otorgado una puntuación de cinco estrellas (la máxima distinción, tal y como ocurre en los exámenes Euro NCAP) al Hyundai Ioniq y al BMW i3 (en sus versiones puramente eléctricas), con calificaciones de 10 puntos en emisiones y de 8,5 en eficiencia. En ambos casos, un 10 sería la máxima puntuación.
Con cuatro estrellas, el Volkswagen Up! GTI ha destacado con un 9,2 en emisiones y un 6,7 en cuanto a eficiencia energética. El vehículo pequeño y deportivo de los germanos (que no llegó a nuestro país) ha sacado provecho de sus 1.000 kg de peso, ya que a pesar de su motor de gasolina con 115 CV se ha convertido en el tercer modelo más limpio de los analizados.
En el grupo de los que han recibido tres estrellas, el BMW X1 2.0d (motor Diesel de 2,0 litros con 190 CV) y el Mercedes Clase A 200 (un bloque de 1,4 litros gasolina y 163 CV) han recibido notas de 9,4 en cuanto a emisiones pero de 5,8 y 5,2, respectivamente, si hablamos de eficiencia energética.
Por su parte, el Ford Fiesta 1.0 Ecoboost en su última versión (un motor tricilíndrico capaz de desarrollar 100 o 140 CV, en el examen no se especifica la opción escogida) ha sido calificado con dos estrellas, un 8,0 en emisiones y un 4,4 en eficiencia.
En la parte baja, el Audi A7 Sportback 50 TDI, el Volvo XC40 T5 y el Subaru Outbak 2.5 (Diesel en el caso del Audi y gasolinas los dos últimos) se han quedado con una estrella y suspensos en eficiencia con notas de 2,5 (Audi), 2,3 (Volvo) y 1,8 (Subaru). En cuanto al nivel de emisiones, por el contrario, han alcanzado notas de 7,3 para la berlina germana, 6,8 en el caso del SUV sueco y 6,5 si hablamos del japonés.
Por último, con el objetivo de mostrar las grandes diferencias existentes entre dos normativas anticontaminación cercanas en el tiempo y para señalar los grandes avances conseguidos, se ha examinado al Volkswagen Golf 1.6 TDI, Fiat Panda 1.0 y Ford Fiesta 1.0 Ecoboost de penúltima generación, todos ellos con motores que cumplían la normativa Euro 6b pero no la futura Euro 6d temp y que han recibido 0 estrellas.
El Volkswagen es el que resulta mejor parado con un 3,7 de nota en emisiones y de 6,7 en eficiencia. Por su parte, el Ford Fiesta recibe un 1,1 en emisiones y 6,6 en eficiencia y, por último, el Fiat Panda es el que peor parado sale, con un 0 en emisiones y un 6,0 en eficiencia.