Ya conocemos las grandes virtudes del MINI Countryman Híbrido Enchufable en el trayecto del día a día y cómo se desenvuelve con gran soltura por la ciudad tanto por su concepción como por las ventajas de su etiqueta 0 Emisiones. Pero pronto llegará el fin de semana, y con él esa escapada que tenemos programada.
MINI Countryman Híbrido Enchufalbe: comienza la escapada
El despertador suena pronto, pero cuesta salir menos de la cama que entre semana. En muy poco tiempo, ya estamos toda la familia en el garaje junto al MINI Countryman Híbrido Enchufable. Desde su original llave tipo ovni se abre a distancia el portón del maletero eléctricamente para acomodar las maletas con la ropa para todo el viaje y el material para la marcha; con las mochilas de cada uno con el agua y la comida para la ruta a pie, los bastones y las botas de montaña. Con todo, no completamos los 405 litros de capacidad.
Sólo queda desenchufar el cable de la red y acomodar a los niños en sus respectivas sillas infantiles, algo que los padres hacen con gran comodidad gracias al generoso ángulo de apertura de sus puertas traseras como a lo alto que queda la carrocería del suelo. ¡Qué diferencia frente al anterior turismo, en el que el tiempo que estabas agachado para ello resentía los riñones casi para el resto del viaje!
Como cada día, salir del garaje en modo completamente eléctrico, sin emitir ninguna emisión contaminante, ruido, ni vibración, supone todo un placer. Pero hoy toca despreocuparse y aunque la batería está cargada para cubrir 41 km en modo completamente eléctrico seleccionamos el modo de uso «Auto eDrive», que se ocupa de gestionar la energía a su antojo y, para largas rutas, es el más eficiente.
Pese a ello, hasta alcanzar la autopista, por debajo de 80 km/h, se mueve casi por completo sólo con el motor eléctrico de 88 CV y 16,8 mkg, que luego se complementa con el 1.5 tricilíndrico de gasolina de 136 CV y 22,4 mkg. En conjunto rinden 224 CV y 39,2 mkg, que aportan unas prestaciones de auténtico GTI; con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, en la que participa adicionalmente el alternador regenerador de energía con 20 CV y 15,3 mkg adicionales durante unos instantes. Todo ello con un reducido consumo gracias a la inteligente gestión de sus dos propulsores y una buena autonomía pese a tener un depósito de gasolina de sólo 36 litros.
Pero donde más se disfruta es en las reviradas carreteras que nos acercan al inicio de nuestra ruta a pie. Aquí, la conexión entre ambos motores no sólo obsequia al conductor con una contundente respuesta, sino también con una instantaneidad hoy perdida en muchos motores térmicos debido a las restrictivas regulaciones sobre emisiones contaminantes. ¡Una gran ventaja la de combinar un motor térmico con un eléctrico! Y como buen MINI, enamora por lo directa y rápida que es su dirección, sus potentes frenos y una precisa suspensión con una bien puesta a punto amortiguación que contiene perfectamente los balanceos de la carrocería. Todo ello sin menoscabo del confort, que con la plataforma UKL2 de BMW Group alcanza el máximo grado de confort conocido en el mundo MINI.
MINI Countryman Híbrido Enchufable, más allá de donde acaba la carretera
El trayecto se ha hecho corto, muy corto, pero no es pronto. Ya estamos en el pueblo de donde parte la ruta, pero el tráfico para salir de la ciudad nos ha demorado algunos minutos. Un pastor nos habla de las impresionantes cascadas cercanas que desde hace tiempo conocemos por fotos y que hoy veremos en directo. Y nos anima a cubrir una parte del camino al volante del MINI Countryman Híbrido Enchufable. Un trayecto no apto para un turismo pero en el que nuestro protagonista se desenvuelve a la perfección gracias a su altura libre al suelo y a la tracción total; que su electrónica gestiona competentemente ya sea para conseguir la máxima adherencia sobre firmes deslizantes o el mayor dinamismo con independencia del modo de conducción seleccionado.
La pista concluye en un estrecho camino que nos llevará hasta el pie de las cascadas. No sólo hemos recuperado el tiempo perdido, ahora podemos entretenernos sin problema, pues lo que hemos cubierto en coche y que estaba previsto hacer a pie nos permite no volver a mirar el reloj, pues la vuelta también será más rápida y, sobre todo, mucho más descansada para los niños. Niños a los que gracias al asiento «Picnic Bench», que se extrae del maletero, colocamos las botas de montaña y la mochila con mayor comodidad y sin mancharnos con el barro ocasionado por las persistentes lluvias de los últimos días.
MINI Countryman Híbrido Enchufable, una gran aventura
Cuando llegamos al coche estamos encantados con el día, pero exhaustos y con muchas ganas de llegar al hotel. Abandonamos la pista camino de la carretera al volante del MINI Countryman Híbrido Enchufable, mientras su sistema Connected nos lleva directamente hasta el hotel que tenemos reservado. Un antiguo caserío reformado que incluso tiene las mejores plazas de su aparcamiento reservadas para los coches eléctricos, donde dejamos estacionado el MINI Countryman Híbrido Enchufable con la certeza de saber que tras la cena, antes de meternos en la cama, su batería ya volverá a estar cargada al cien por cien para al día siguiente poder volver a hacer nuestro camino mucho más eléctrico de lo que nunca hubiéramos imaginado.
