GP de México: Alonso volverá a penalizar

Fernando Alonso llega a México sabiendo que volverá a penalizar al romper el motor en Austin. En 2018 tiene también el ojo puesto en Le Mans

José M. Rubio

GP de México: Alonso volverá a penalizar
GP de México: Alonso volverá a penalizar

Alonso, en su llegada a México, no quiere olvidar a las personas que se vieron afectadas por el pasado terremoto: “Es muy importante que vayamos a México con un recuerdo para todos los afectados por el reciente terremoto y que les mostremos todo el apoyo posible en estos momentos tan difíciles. La bienvenida que recibimos en la Ciudad de México es una de las mejores del mundo. Realmente puedes sentir la calidez de los aficionados en todo el circuito, especialmente en la sección del estadio, y su apoyo es increíble. Para mí es agradable poder llegar a un país, ir al hotel y poder registrarme en mi propio idioma. Amo a México y a los mexicanos y espero que podamos ofrecerles el espectáculo que se merecen”. 

Sobre lo que espera de este fin de semana, Alonso comenta: “Seguramente será un fin de semana difícil para nosotros, ya que empezaré desde la parte trasera de la parrilla debido al problema de motor que tuvimos en Austin. También es una pista donde, a menudo, debemos luchar con el tráfico, lo que dificulta los adelantamientos. Pero, mirando el lado positivo, probamos muchos componentes nuevos el viernes en Austin, con los que estamos muy contentos y esperamos aprovecharlos en México”.

Fernando Alonso tiene los ojos puestos en importantes objetivos para el año que viene fuera de la F1, como disputar las 24 Horas de Le Mans. Para ello, y como preparación, estará participando en las 24 Horas de Daytona.

Antes de la carrera de Austin, Alonso dijo que no quería ir a Le Mans sin una preparación previa muy buena. Y es que no quería que le pasara como en Indy, que tuvo que enfrentarse al óvalo a ciegas, y las 24 Horas de Daytona es el marco ideal. En el mes de enero, cuando está aburrido, ya con ganas de volver a pilotar, se verá inmerso en otra dimensión en los EEUU, un país que le gusta y donde Kimoa, su marca de ropa, de estilo californiano, está triunfando.

Alonso cuenta para este objetivo con la complicidad de su jefe, Zak Brown, que disfruta con las ideas de su piloto, aunque contractualmente le cueste un poco más admitirlo. Brown es un hombre de carreras y por eso aceptó el reto de dirigir McLaren en vez del marketing de Liberty, y tener un piloto que comparte esa pasión incluso fuera de la F1 es lo mejor que le podía pasar. Ahora quiere que convencer a Fernando Alonso para que corra en LMP2 en Le Mans y no intente el asalto a la prueba francesa subido en un Toyota. Y si Alonso ganara Le Mans con Toyota, sería el titular para devolver a Honda todas las amarguras de estos tres años.