Renault y McLaren tuvieron que pedir a la FIA que les dejara trabajar en sus respectivos garajes fuera del horario permitido, rompiendo así el denominado "curfew" o toque de queda.
El problema fue que debido a las fuertes tormentas que ha sufrido Japón en los últimos días, el aeropuerto de Osaka fue cerrado y la carga se llevó hasta el de Tokio, donde la aduana funciona con más lentitud. En unos almacenes se quedaron el aceite y los líquidos hidráulicos de la marca BP/Castrol que utilizan los motores Renault. A Red Bull no le afectó puesto que usan Exxon/Mobil.
Tanto Renault como McLaren infringieron el artículo 11.91.1, pero debido a "circunstancias fuera del control del equipo", la FIA no lo toma en cuenta.