La entrevista realizada por el periodista australiano Leonardo Montagnese con el responsable de la organización del GP de Australia el año pasado sigue con la misma vigencia. La fortuna que costó la cancelación en 2020 de la primera prueba del calendario, ha hecho que este año tanto Liberty como los organizadores australianos, ante la perspectiva de no poder llevar público, hayan decidido no acometer el desplazamiento. De momento se pasa a final de temporada.
Al igual que este año, en 2020 el coste era más contenido que en otras temporadas, ya que el material debía hacer escala en Baréin en el viaje de vuelta para disputar la segunda prueba de la temporada. Sin embargo la situación de la pandemia tampoco permitirá el inicio del campeonato como estaba previsto.
En Melbourne, dos semanas antes de la F1 en 2020, se disputó la final de la Copa Mundial Femenina T20 en el Melbourne Cricket Ground con la asistencia de 86.000 espectadores. Una vez que los organizadores del GP de Baréin anunciaron que la carrera de Sakhir se llevaría a cabo a puerta cerrada, en Australia Andrew Westacott dijo que: "Para nosotros no es una posibilidad, vimos a 86.000 personas en el MCG ayer por la noche, así que tenemos que hacer las cosas con sensatez, continuando con nuestras vidas, pero tomando las precauciones necesarias". Recordemos que Italia era el foco del virus en ese momento.
Brendan Murphy, secretario del departamento desSalud australiano, comentaba:“Todos los integrantes de Ferrari fueron examinados cuidadosamente durante el viaje. Actualmente no hay evidencia de contagio en la comunidad victoriana, así que no me preocupan en absoluto los eventos masivos o caminar por la calle. No creo que haya ningún riesgo para el Gran Premio. Creo que este riesgo solo existiría si se hubiera producido un contagio generalizado, entonces sí deberíamos empezar a evaluarlo”. Además, reiteró que se habían implementado medidas especiales para los visitantes de Italia: “Prestamos especial atención a Italia, Irán, China y la República de Corea. Creo que el enfoque ahora es hacer una buena selección en las fronteras, así como verificar la salud de los viajeros que regresan a casa, para aislarlos si es necesario”.
La teoría era esa, sin embargo un solo caso detectado, que no era de ningún equipo italiano, sino de McLaren, provocó la estampida y la cancelación de la prueba en contra de la opinión de la organización australiana. Hoy ya saben lo que es el COVID-19 y todos los viajeros que lleguen a Australia deberán obligatoriamente pasar una cuarentena durante 14 días en los establecimientos señalados a su llegada al destino, sean o no australianos.