Sin duda uno de los momentos más traumáticos de la historia del automovilismo británico se está viviendo estos días. El mítico equipo Williams Racing seguirá ostentando el nombre, al menos de momento, pero ya ni el pobre Sir Frank Williams estará al frente, ni su hija Claire seguirán dirigiendo los destinos de la escudería.
La venta a un fondo de inversión, en el que como se explica un poco más adelante, hay importantes personajes británicos, ha tomado el control y de alguna forma ha puesto a salvo la escudería. El hecho de que se haya renovado el pacto de la Concordia y haya un reparto económico que permite al menos ganar dinero, sean cual sean los resultados, ha animado al fondo inversor a quedarse con el control de Williams, sabedores que no van a perder y que si todo funciona bien podrían ganar dinero, que es a lo que se dedican los fondos de inversión, que no se dedican a “hacer carreras” por diversión.
Los malos resultados que arrastra el equipo desde hace unos años y una política económica de supervivencia, que finalmente ha resultado ineficaz, han hecho que la familia Williams se vea obligada a dejar el esfuerzo de toda la vida de Frank Williams en manos ajenas. La delicada salud de Frank Williams podría recibir un duro golpe con esta decisión, o al contrario, podría ser un alivio para el mítico propietario, que ve como su obra no desaparece. El nombre de Williams podría ser cambiado, como lo fue el de Minardi, Brabham, Jordan etc. Pero para el automovilismo británico la escudería Williams es algo más que un nombre intercambiable.
Recientemente Sebastian Vettel compró en una subasta el Williams FW14B con el que Mansell fue campeón en 1992 por casi 3,5 millones de €. Nigel Mansell aún tiene el récord de ser el piloto que antes logró el mundial de F1, ya que en 1992 lo consiguió matemáticamente en el GP de Hungría, con cinco carreras de antelación y doblando casi en puntos a su compañero de equipo Riccardo Patrese, que acabó segundo.
Dorilton Capital, con sede en Nueva York, es el nuevo propietario tras pagar 112 millones de € y ello conlleva la salida la familia de Sir Frank Williams su fundador definitivamente de la escudería al finalizar este fin de semana en el GP de Italia.
Al mando de la escudería están ahora: Matthew Savage, el director de Dorilton Capital, Darren Fultz, CEO de este fondo de inversión y James Matthews, CEO de Eden Rock Group. Este último fue un piloto que llegó a ganar el campeonato de la Formula Renault británico y la Formula Renault Eurocup en 1994 con Manor. Matthews es también famoso por ser el marido de Pippa Milddleton, la hermana de la Duquesa de Cambridge, esposa del príncipe Williams de Inglaterra.
James Mathews además es el propietario de uno de los fondos con sede en Londres, también involucrado en la operación. Dorilton compró Williams a través de una subsidiaria BCE Limited, que parece ser es un medio de inversión para James Mathews y su padre David.
Dorilton contó con el visto bueno de Liberty Media, con quien tienen varios lazos de unión. La directora jurídica de Dorilton desde 2018 es Stephanie Dattilo. Antes de Dorilton Capital, Dattilo fue Consejera General de Pirelli en Norteamérica y estuvo involucrada en las negociaciones de Pirelli tanto en su acuerdo de suministrador oficial de la F1, como en el del patrocinio de muchos de los GP.

Dattilo se supone que ha seguido ligada a la F1 y a Liberty Media de alguna manera, y cuando surgió la opción de comprar Williams, recomendó esta operación a los fundadores de Dorilton: Mark Savage y Darren Fultz. A través de los consejos de los abogados en Dorilton siguió, con el visto bueno de Liberty, la línea de Lawrence Stroll a la hora de comprar Force India, viéndolo como una inversión muy interesante.
Ahora hace falta saber qué pasará con Nicholas Latifi y George Russell el año que viene, ambos pilotos fueron renovados recientemente para la temporada próxima.
Michael Latifi, que había sostenido Williams hasta ahora, es propietario de Sofina Foods, empresa canadiense de alimentación. Latifi aspira a convertirse en líder mundial en su sector.

Se especula que antes de que Latifi se vaya a buscar refugio en Haas, los nuevos propietarios, el fondo Dorilton, es a su vez propietario de Island Abbey Foods, empresa de alimentación con sede en Canadá, que podría haber vendido a Latifi alguna de sus marcas como Honibe, para que Sofina siga creciendo y al mismo tiempo mantener la inversión del canadiense a quien no quieren ver como un derrotado en esta operación.
Quien sí debe estar muy contento es Toto Wolff, que ha ingresado 5,6 millones por sus acciones en Williams Grand Prix.