El coche más esperado por fin ha llegado. Ferrari presentó su nuevo monoplaza, denominado SF-23, con el que competirá en el Mundial de Fórmula 1 de 2023 en un intento por devolver los títulos mundiales a Maranello 16 y 15 años después de los últimos ( pilotos y constructores 2007 y constructores 2008) .
Una presentación de otros tiempos, para Ferrari. Con el nuevo monoplaza rojo que inmediatamente hizo su debut en la pista, en Fiorano, aprovechando las 7 vueltas en pista corta, cubriendo los kilómetros permitidos por el código deportivo internacional FIA en lo que respecta al Shakedown. El primero en entrar a la pista fue Charles Leclerc.
El SF-23 es un monoplaza muy importante para el fabricante italiano. No solo porque es el primero bajo la dirección del nuevo director del equipo Frédéric Vasseur, que poco ha podido hacer, ya que se incorporó al equipo el 9 de enero de este año, y el coche es fruto del equipo de Mattia Binotto en 2022, pero es importante porque, solucionados los problemas de fiabilidad del motor, podrá exprimir todo su potencial, sin tener que bajar los brazos a mitad de temporada como ocurrió el año pasado.
El SF-23 no es una revolución, sino una evolución muy buscada, una versión muy mejorada del F1-75, con muchas novedades. El primer gran cambio parte del morro, ahora menos puntiagudo y, sobre todo, anclado al segundo elemento del alerón delantero. La abertura en la punta del morro, debajo del logotipo del Cavallino Rampante ya no es NACA. Por otro lado, se han modificado los perfiles en voladizo de las derivas verticales, ahora colocadas más arriba y con una forma más sinuosa.En la parte central del coche, aparecen dos aberturas junto a las protecciones laterales de la cabeza del conductor, claramente visibles en las fotos tomadas desde detrás del monoplaza. Presumiblemente, los conductos para que pase el aire podrían haberse abierto en el área del halo. Y el halo en sí presenta una novedad, con la adición de un pequeño perfil aerodinámico en la parte superior. El visor se ha mantenido casi igual que el año pasado, mientras que el capó se ha modificado ligeramente. Son interesantes los pontones, que mantienen el mismo concepto que el F1-75 pero presentan varias novedades. El primero es la tendencia de la carrocería hacia atrás, con la clara intención de llevar los flujos de aire hacia el alerón, pero sin explotar la solución adoptada por Red Bull la temporada pasada y adoptada por casi todos los equipos en este 2023.
Las branquias siempre cambian en los pontones. El F1-75 tenía una fila de ventilaciones pero fija. Para cerrar los cortes en la carrocería fue necesario aplicar un panel bajo la carrocería, mientras que este año será diferente. Hay 5 hendiduras fijas en la parte horizontal de los pontones, distinguibles porque no están coloreadas (son negro carbón) justo detrás de la boca del pontón.El resto de las aberturas están ubicadas en los dos pontones, uno a cada lado: esto sugiere que, dependiendo de las temperaturas encontradas en los distintos circuitos, Ferrari puede tener componentes con un número variado de ranuras, para elegir la más adecuada. La suspensión mantiene la filosofía del F1-75: push rod delantero y pull rod trasero. Ferrari ha trabajado para aumentar la carga vertical de los monoplazas, pero también la perdida por la modificación del reglamento para intentar disminuir el efecto rebote visto sobre todo en la primera parte de la temporada pasada. En todo ello, fue fundamental el trabajo realizado para encontrar el equilibrio deseado, así como la suspensión completamente rediseñada. Las suspensiones se han revisado por motivos aerodinámicos, pero también para intentar mejorar los tiempos de reacción a la hora de hacer reglajes en pista. La delantera, sobre todo, ha sufrido los cambios más evidentes, pasando a una configuración de vía baja precisamente por motivos aerodinámicos.
En lo que a la decoración se refiere, incluso sobre el SF-23 el negro tiene mayor incidencia que la temporada pasada. Los alerones permanecen en color carbono para evitar añadir peso con la pintura, excepto en la parte externa de los apéndices laterales. Toda la parte externa de la es ahora negra, hasta el habitáculo, así como la aleta del capó del motor. Los pontones retoman el motivo de la indumentaria de la Scuderia Ferrari, con dos inserciones negras donde encuentra espacio el patrocinador Ceva Logistics. En comparación con el año pasado, como se mencionó, los laterales verticales de los alerones son parcialmente de color rojo. Este año, sin embargo, la bandera tricolor en la aleta del capó, justo al lado de los números de los dos pilotos y justo encima de Santander. El nombre de Ferrari está de vuelta en el alerón trasero, como lo hizo en la librea de celebración utilizada por la Scuderia el año pasado para el Gran Premio de Italia en Monza. La diferencia, sin embargo, es el color: en aquella ocasión se utilizó el color amarillo. Esta vez, sin embargo, será blanco. También es muy importante señalar que el rojo es menos oscuro que el año pasado.
Frédéric Vasseur, haciendo su debut como director del equipo Ferrari, dijo: "Seguro que seremos competitivos con los dos pilotos desde Bahréin, pero lo más importante es Ferrari. Ferrari tiene prioridad. Ferrari debe ganar. No debo estar feliz porque están aquí". "Nosotros, Ferrari, debemos ganar. Estamos felices de volver a la pista en breve, debemos estar contentos con el trabajo realizado. Será una temporada muy larga, pero tendremos que hacerlo bien en términos de rendimiento". "El motor tiene un gran rendimiento, pero sabemos que la fiabilidad ciertamente no era el punto fuerte. Pero hicimos un gran trabajo en la fábrica para mejorar este aspecto. El año pasado tuvimos una ventana muy pequeña en la que confiar para aprovechar el motor. Este año hemos trabajado para asegurarnos de que podamos aprovecharlo al máximo ".