Daniel Ricciardo se la juega

Esas idas y venidas de Abiteboul a McLaren o de Zak Brown a Renault, quizás fueron para algo más que hablar de motores en plan proveedor-cliente

José M. Rubio

Daniel Ricciardo tras su victoria en Mónaco
Daniel Ricciardo tras su victoria en Mónaco

Los nombres de Carlos Sainz y Fernando Alonso estaban sobre la mesa de la negociación, pero finalmente el elegido fue Daniel Ricciardo, que así sirve de escudo durante dos años para Cyril Abiteboul. Con un piloto que ya ha ganado carreras, los ingenieros de Renault tienen que cambiar su forma de actuar y dejar de pensar que son un equipo de segunda fila y tienen la obligación de marcarse objetivos muy altos, para los cuales no se sabe si están muy preparados, al menos por lo demostrado hasta el momento.

La tropa es la primera que tiene que estar convencida de que puede ganar, y en el caso de Renault actualmente están instalados en la complacencia de ser los cuartos, y objetivo cumplido. Nunca dieron material ni estrategias ganadoras a sus pilotos, por lo que las razones por las cuales en Renault no han creído en las posibilidades de Hulkenberg o Sainz para gestas mayores, quedan en la mente de Abiteboul.

El último ejemplo lo dieron en Hungría, ya que de haber salido Sainz con los ultrablados, hubiera demostrado algo, pero hacerle salir con los amarillos y pararlo pronto, demuestra que el miedo les atenazó, impidiendo que Carlos Sainz pudiera defender el quinto puesto con el que salió. Después de haber perdido alguna posición en la salida debido a los neumáticos que llevaba, la opción de los amarillos obligaba a tirar hasta que estos hubieran bajado de rendimiento. Decisiones erróneas en estrategias, minan la moral de cualquier piloto.

La llegada de Daniel Ricciardo a Renault les tiene que hacer ponerse las pilas a todos los niveles y subir el nivel de exigencia al máximo. Si eso no ocurre por falta de competitividad, rodarán cabezas entre los técnicos, como ha ocurrido en McLaren. De hecho, Bob Bell ha dado ya un paso al lado para que no le apunten los cañones si pasa algo de eso.

Renault se la juega y Ricciardo también. Si no son capaces de hacer que el nuevo piloto esté en el podio el año que viene, se podrá dar por muerto el proyecto de campeones del mundo en 2020. Las inversiones en Enstone han sido muy grandes y hay que justificarlas en la pista.

Aún queda alguna sorpresa más, como una posible compra de Williams por parte de Renault para tener equipo B.