“Espero un fin de semana más difícil que el de Singapur”, comenta Sainz refiriéndose a lo que espera del Gran Premio de Malasia que se celebra este fin de semana. “No vamos a tener el ritmo de Singapur por el simple hecho que aquí vas mucho más tiempo a fondo, pero tampoco me espero un fin de semana como el de Spa o el de Monza. Si volviésemos a los niveles de Spa o Monza me llevaría una verdadera sorpresa y sería bastante deprimente. No es circuito tan malo para nosotros, parecido al de Barcelona. Hay tres rectas muy largas, pero también curvas que nos benefician muchísimo”.
El asfalto del circuito de Sepang ha sido totalmente reasfaltado, y todos tienen dudas de cómo irán los neumáticos en esta “nueva” pista. “El mayor cambio, sin duda alguna, va a ser el asfalto. No sabemos cómo van a funcionar los neumáticos, sobre todo el blando, con un asfalto tan negro en un circuito que hace tanto calor. Ha cambiado también alguna curva, pero nos va a costar tres o cuatro vueltas adaptarnos a lo nuevo. Sin duda alguna lo más duro va a ser adaptarnos al comportamiento de los neumáticos. Cuando hay un asfalto nuevo es la primera interrogación que los equipos se hacen, cómo va a funcionar cada neumático… Yo tengo muchas ganas, es un circuito que me gusta mucho, y con asfalto nuevo todavía más ganas por descubrir si da más o menos grip. Lo que he oído es que el circuito debería ser entre uno y dos segundos más rápido, y es bastante”, comentaba Carlos Sainz desde el circuito.
Aparte del reasfaltado, también se ha mejorado mucho el drenaje en el circuito de Sepang, por lo que ya no habría que tener tanto miedo a la lluvia. Esto es lo que opina Carlos Sainz: “Debería ayudar, pero cuando es un asfalto tan finito, hay poco espacio entre piedra y piedra y hace un efecto espejo. Ya lo vimos en Austria y Hungría. Habrá que ver cómo funciona el drenaje, pero un asfalto tan nuevo no ayuda”.
En el pasado Gran Premio de Singapur, el compañero de Carlos Sainz en el equipo Toro Rosso, Daniil Kvyat, terminó noveno, mientras que el español cruzó la meta decimocuarto: “Singapur confirmó que no hemos dado ningún paso atrás. Lo único que podemos decir desde Singapur es que el coche sigue siendo muy bueno, en curva trabaja como tiene que hacerlo. En la parte negativa, cómo puede ser que en un circuito estemos sextos y en otro el quince o dieciséis… Eso solo te explica la cantidad de falta de potencia del motor”.
En Toro Rosso están probando diferentes configuraciones aerodinámicas en los dos coches. Para Malasia, el de Sainz lleva la configuración “vieja” y Kvyat con la “nueva”. “Es muy difícil de entender por parte de los pilotos que haya configuraciones diferentes, porque al final hay un punto todavía de comprensión que nos falta, y es la velocidad punta. Con un paquete parece que va mejor en recta, pero luego los números te dicen que da más carga en curva. Es muy difícil, y al final la conclusión no se ha tomado todavía, seguimos haciendo pruebas, seguimos probando con diferentes cargas aerodinámicas en todos los circuitos diferentes. Aquí llevaremos carga media. Al final tengo que centrarme en lo mío y ver qué me va mejor”.
Sobre su futuro en Toro Rosso o no, Sainz comenta: “Puedo asegurar es que a estas alturas de la temporada lo último que me tiene que preocupar es mi futuro. Se que ha habido conversaciones, intereses, lo cual sinceramente me pone una sonrisa en la cara, ya que cuando un equipo campeón del mundo viene a interesarse por mí en mi segundo año en la Fórmula 1, quiere decir que lo estamos haciendo bien, que sale todo perfecto, Red Bull sabe que no estoy solo, que hay gente que también me quiere, y a ver si eso también ayuda a que de alguna manera me impulse a ese Red Bull en el que tanto me gustaría estar en un futuro no muy lejano. Saber que tienen un piloto con muchas ganas de ser campeón del mundo, de empezar a luchar por victorias. Toro Rosso está muy bien, pero quiero algo más y a ver si llega pronto”.
Sobre su futuro, Sainz comenta: “Sé que 2017 va a ser un año en el que habrá que adaptarse a una categoría nueva. Otro año para intentar seguir en la línea que sigo este año, que es muy difícil de repetir, no ha habido apenas fallos en calificación o carrera, todo el rato intentando en sacar lo máximo del coche… Intentaré hacer algo parecido, y en 2018 y no más tarde, me gustaría luchar por un mundial, es lo que el cuerpo me pide y donde creo que debo estar. Mi carrera estará guiada por Helmut Marko, todo pasa por sus manos. Por lo que yo sé me quiere a toda costa en su equipo B por si algo pasa en su equipo A y si sigue así, será muy difícil que yo me mueva”.