Alonso lo quiere todo

Las ganas de este joven de 37 años, que es Fernando Alonso, dispuesto a correr en todo lo que tenga ruedas y un volante parecen no tener fin.

José M. Rubio

Como ese niño que persigue a Alonso, éste persigue su sueño de ser el más grande en el automovilismo mundial
Como ese niño que persigue a Alonso, éste persigue su sueño de ser el más grande en el automovilismo mundial

Ahora sin haber conseguido aún ganar el WEC ni Indy 500, ya está pensando en otro desafío, esta vez en las dunas del desierto.

Toyota, con quien corre el WEC, de momento ya le ha frenado en sus ansias, por si se le ocurría correr también en Sebring con el Cadillac el sábado, la víspera de correr con el Toyota el WEC.

Esa prohibición se ha hecho extensiva a Kobayashi y Conway, que también corren en Daytona y podían verse contagiados por el ímpetu de Fernando.

Los guiños de Alonso al Dakar y las ilimitadas posibilidades del asturiano para elegir dónde, con quien y como correr, pueden desembocar en una participación en el Dakar 2020 con cualquier marca de las que tengan posibilidades de victoria. Fernando está siendo único en la historia del automovilismo en muchas cosas. Si logra ganar Indy no será el único que haya logrado la triple corona, pero puede ser el primero en lograr ganar en Daytona y Le Mans y ser campeón del WEC, al mismo tiempo que vencedor en las 500 millas todo en el mismo año.

En su época de F1 marcó algunos hitos desde el punto de vista de marketing, logrando aparecer en los anuncios de tres entidades financieras a la vez y eso que todas eran competencia entre ellas. Ahora corre con Cadillac, una marca de GM, mientras tiene contrato con Toyota. Será con un Land Cruiser de la marca japonesa con el que tendrá sus primeros escarceos las dunas de Qatar con la complicidad de Nasser Al-Attiyah.

Si lograra vencer en todos sus desafíos no hay duda de que sería el piloto más versátil de la historia del automovilismo. Ese es su objetivo. Sin embargo le queda un largo camino.

En el WEC o Daytona se mueve en su mismo elemento, con los mejores coches en ambas disciplinas, pero tanto Indy como el Dakar son otra historia muy diferente, especialmente ésta última competición. Pikes Peak y alguna prueba del mundial de rallyes serían ya sus objetivos a futuro, una vez superados estos escollo. Su ambición y ganas no parece tener fin.

Fernando se sigue divirtiendo como un niño, está en su mejor momento de forma y quiere marcar la historia del automovilismo con gestas que nunca nadie pueda alcanzar.