Las cosas pintaban bastante mal para Alonso y Ferrari tras la clasificación del sábado en Canadá. El F138 había dejado buenas sensaciones durante los entrenamientos libres en las simulaciones de carrera, con los tanques de combustible llenos. Sin embargo, la sesión clasificación, marcada por la lluvia y las bajas temperaturas en pista, volvió a ser cuanto menos desastrosa: sexta posición para Alonso y un Massa que no pasaba de la Q2 por culpa de un accidente.
Todo lo contrario que Vettel y Red Bull, intratables el sábado en una pista que, por sus características de tracción en curvas lentas y largas rectas, se asemejaba –salvando las distancias– con la de Bahrein, donde la dupla tricampeona había ganado sin oposición. Dicho y hecho, Sebastian Vettel también volvió a arrasar en Canadá, un GP que le era esquivo hasta este año.
El alemán impuso desde la salida un ritmo infernal, tanto con los neumáticos superblandos como con los medios, y así fue hasta la vuelta 70, en la que incluso intentó batir la vuelta rápida de carrera. Dobló hasta el sexto clasificado, quedando a 14 segundos del segundo puesto de Alonso. Eso sí, no se quedó sin sustos, a pesar de dominar sin más coches que los doblados por delante. El piloto de Red Bull tocó en una ocasión el muro con la rueda trasera derecha de su RB9, y en otra se pasó de frenada a final de recta y tuvo que atajar por el césped.
El Ferrari F138 de Alonso parecía tomarse con calma el primer ‘stint’ de la carrera con el compuesto más blando de la gama Pirelli. Sin embargo, con los medios volvieron a recuperar las sensaciones del viernes, recortando décima a décima y adelantando en pista a Rosberg, Webber y, por último y a pocas vueltas para el final, a Lewis Hamilton. El coche italiano volvió a demostrar su gran ritmo de carrera, tanto con Alonso (2º) como con Massa (8º), pero siguen arrastrando los problemas en clasificación.
En una temporada en la que Alonso y Ferrari parecen en disposición de luchar por el Mundial, el lastre de puntos que se perdieron en Malasia, Bahrein y Mónaco pesan mucho: sin haber demostrado ser un coche imbatible, Vettel y Red Bull están a 36 puntos de los de Maranello en el Mundial. El español es ahora segundo en el Mundial, adelantando a Kimi Räikkönen, que sufrió durante todo el fin de semana en Canadá y donde terminó en novena posición.
Todo lo contrario que los Mercedes, que viven pendientes de la más que posible sanción del Tribunal de la FIA por el caso ya conocido como ‘Pirelli-gate’. Los 1.000 kilómetros de test en Montmeló con el monoplaza de este año parecen haber dado vida a un equipo medio muerto tras la carrera en el circuito español. En las dos últimas carreras, el coche alemán no ha vuelto a mostrar los problemas de degradación –al menos de manera tan extrema– como hace un mes. ¿Casualidad?