Estrenamos la sección de Vida a bordo con la prueba del Citroën C4 Cactus. El equipo de Mujeres Conductoras se sienta al volante del llamativo SUV para contarte lo que más y lo que menos nos ha gustado en nuestro día a día.
Marina Gª del Castillo: “Lo primero que me llamó la atención al subirme en el Citroën C4 Cactus fue lo rápido que encontré una postura cómoda al volante. Ayuda mucho el ancho apoyabrazos y tener muy a mano todos los mandos. El cuadro de instrumentos es muy sencillo e intuitivo, y muestra la información justa para no distraerte de la conducción. Además, me gusta mucho que el parabrisas del Citroën C4 Cactus no sea excesivamente grande, como los del C4 Picasso. De esta forma ofrece, además de buena visibilidad, una protección de los rayos del sol y del calor. Eso sí, he echado en falta los sensores de aviso de marcha atrás, un sistema ya imprescindible a la hora de aparcar. Y tampoco tiene para insertar CDs”.
Sonia Recio: “El C4 Cactus es un coche cómodo para viajar en familia, aunque las plazas traseras son un poco justas si vas a colocar dos sillas infantiles. En mi caso, con una del grupo 1 y otra del grupo 3 a ambos lados, el espacio que quedaba en el centro era limitado, pero suficiente para una tercera persona no demasiado voluminosa. Otra pega es la apertura de los cristales, de gatillo, algo que no está justificado en una carrocería cinco puertas; aunque dejan pasar el aire, son un poco claustrofóbicos para los ocupantes de los asientos de atrás. Lo más positivo, si hablamos de habitabilidad, lo aporta el maletero: amplio, con una boca de carga práctica por altura y anchura; cargar un carro de niño, por ejemplo, es una tarea muy sencilla. Y sin duda lo que más me ha gustado del Citroën C4 Cactus es su comportamiento en carretera: rutero, confortable, noble..., un auténtico placer”.
Alicia Fernández: “El Citroën C4 Cactus es un coche muy agradable de conducir, gracias sobre todo a soluciones sencillas, como los mandos del cambio automático, compuesto de solo tres botones, -si bien su comportamiento no me ha convencido-. Un gran número de detalles te harán la vida más fácil, como los enormes huecos del habitáculo, como la guantera delantera, en donde cabe todo o su amplitud interior. Pero si algo me ha sorprendido del Citroën C4 Cactus es su bajo consumo, da gusto ver que la aguja del combustible baja tan despacio”.
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