Seguro que lo has visto a tu alrededor. Un compañero de trabajo, un familiar, un amigo… Conocidos que se han tomado en serio su propia salud, han dejado a un lado el azúcar o la bollería industrial y la han cambiado por quinoa y aguacate. También hacen maratones por todo el mundo. Dicen que se cuidan… pero, ¿seguro?
Cuidar nuestra salud es clave para tener una vida más longeva y de mayor calidad, pero a veces nos olvidamos de otros pequeños gestos que tienen consecuencias directas sobre el medio ambiente y, por tanto, influyen directamente sobre nuestra salud. Así, reciclar y reducir el consumo de plásticos, limitar nuestras compras de ropa (la textil es la industria más contaminante), consumir productos de mercados de proximidad o elegir cómo desplazarnos son acciones que provocan una mejoría de nuestra salud.
Mucho más allá de la superficie
Quizás, por tanto, debemos centrar más el foco en lo que necesitamos y en cómo lo obtenemos. ¿Te has parado a pensar en la huella de carbono generada a raíz de tus viajes para “correr por el mundo"? ¿De qué sirve mejorar nuestra capacidad pulmonar si en cada viaje aéreo un pasajero genera 285 gr/km de CO2 según la Agencia Europea de Medio Ambiente?
¿Por qué comprar un súperalimento llegado desde la otra punta del mundo si el transporte marítimo genera cada año 800 millones de toneladas de CO2? ¿No es mejor acercarse con un vehículo eficiente al mercado más cercano y comprar productos de proximidad?
Una ecología racional se centra en las fórmulas más eficientes para mejorar nuestra salud. Pensemos en uno de los coches de Toyota, marca líder en vehículos híbridos eléctricos en todo el mundo, automóviles alimentados por un depósito de gasolina pero apoyados en un motor eléctrico que elimina los tiempos de trabajo más ineficientes, en los que se consume un mayor volumen de combustible. Y, según los últimos estudios, con una capacidad para moverse como coches totalmente eléctricos durante el 80 por ciento de su tiempo.
La electricidad, el "súperalimento" del coche híbrido
Podríamos decir así que la electricidad es hoy el súperalimento de un coche híbrido. Sin duda, la potencia aportada por ella es todo una inyección de vitaminas para el vehículo, mejorando su rendimiento sin perjudicar a sus consumos. Pero es que, además, es una fuente inagotable de energía, ya que ésta se obtiene con la frenada regenerativa de nuestro coche y se almacena en sus baterías.
Es decir, el uso de un coche híbrido eléctrico, como los que ofrece Toyota, también supone una de las elecciones más racionales en el uso del transporte, con mejoras directas sobre nuestra salud, aunque sus ventajas no sean claramente visibles por nuestros ojos.
Estamos ante el mismo caso de los denominados súperalimentos exóticos. Puede que un vehículo puramente eléctrico o híbrido enchufable parezca más ecológico a primera vista, pero todo esto cambia si se tiene en cuenta la huella de carbono que dejan durante toda su vida útil.
En ambas tecnologías hablamos de coches cuyas baterías son de mayor tamaño y su construcción, por tanto, también es más contaminante, incluyendo un mayor peso y, por tanto, un mayor consumo energético. Pero es que, además, el grueso de su electricidad es obtenida a partir del trabajo de centrales eléctricas, donde una parte proviene de fuentes de energía renovables, pero otro porcentaje nada desdeñable también proviene de la quema de combustibles fósiles. En el caso de un coche híbrido de Toyota, este trabajo no existe, porque es el propio vehículo el que recicla la energía que libera, transformándola en electricidad y reaprovechándola para un menor consumo final de combustibles fósiles.
Toma tus decisiones para una vida saludable
Retomando la idea inicial, optar por una vida saludable plena conlleva tomar una serie de decisiones que repercutan realmente en una mejora para nuestro organismo. De nada sirve comer un súperalimento o correr maratones por todo el mundo si con ello generamos una huella de carbono innecesaria para la realización de ambas actividades, pues hay alternativas limpias más que suficientes a nuestro alrededor.
Del mismo modo, un coche híbrido eléctrico es hoy la opción de transporte más realista para el uso, más eficiente y, por tanto, más limpia que sus rivales. Sin duda, la mejor opción a día de hoy si queremos que nuestra forma de actuar no sólo sea una fachada y de verdad repercuta en una mejora en la salud de nuestro planeta y, por tanto, en la nuestra y en la de aquellos que están a nuestro alrededor.