Le Mans Classic

A partir de las míticas 24 Horas de Le Mans, Patrick Peter ha montado una carrera retrospectiva que no deja de crecer, con cada día más espectadores y mejores coches y patrocinadores.

Le Mans Classic
Le Mans Classic

Recién finalizadas las 24 Horas de Le Mans, el gran circuito de La Sarthe se rearmaba para el evento bienal del Classic. Ya hace años que el cartel de “rien va plus" (no va más) está colgado a la entrada. El comité de selección tiene que rechazar la mitad de las solicitudes de inscripción… teniendo en cuenta que caben sesenta coches por parrilla, que hay seis grupos y que se admiten un buen número de reservas. Así que al organizador no le preocupa más que la calidad de los vehículos, su “pedigrí" y su autenticidad. Así, contar con cuatrocientos sesenta coches y casi mil pilotos (que acuden de los cinco continentes) no es problema. Pero amortizar todo el montaje ya requiere más tino. Desde la primera edición cada “plateau" o Grupo cuenta con sus propios patrocinadores, pero lo de este año –la quinta edición- ya ha sido superlativo. Además han entrado las marcas automovilísticas (BMW, Ford, Nissan, Jaguar, Porsche, Mercedes, Citroën…) con lo que ello significa. Los paddocks se han visto repletos de tiendas y espacios promocionales -como en las 24 Horas- con abundantes “corralitos" de exposición de coches de todas las épocas. 96.000 espectadores y más de 8.000 coches en los parkings especiales de varias concentraciones, daban fe del éxito de esta prueba única en el mundo. El Concurso de Elegancia reunía sólo chasis originales que hubieran participado en Le Mans y, el ganador, fue un costroso (aún sin restaurar) pero auténtico y rarísimo Adler Super Trumpf de 1937, llevándose el premio al diseño un Ferrari 312P de 1969. Este año las grandes marcas reunieron de nuevo a sus hombres clave en su historia. Así Renault inscribía un Alpine M65 de 1965 para Ragnotti y Serpaggi y Porsche un 917K de 1971 para Attwood y Schuppan, por citar sólo dos ejemplos… Lo dicho: Le Mans Classic se superó a sí misma. Para quienes se lo hayan perdido, tendrán que esperar dos años más para presenciarlo de nuevo.