Jaguar E-Type V12

La tercera serie del Jaguar E-Type sorprendía al mercado con un magnífico motor V12 de 276 CV. Pese a que algunos aficionados consideran al primer E-Type de 6 cilindros como el más puro de la saga, es francamente difícil resistirse al atractivo de las líneas de este modelo, unidas al rendimiento del motor de 12 cilindros en V.

Jaguar E-Type V12
Jaguar E-Type V12

Pero dejemos aparte las versiones anteriores y entremos en el V12. Lo primero que descubrimos, gracias a su puerta de mayor tamaño, es que acomodarse en su interior resulta más sencillo que en las anteriores generaciones. Una vez sentados, nos damos cuenta que el espacio disponible en anchura sigue siendo el mismo, pero, afortunadamente, en sentido longitudinal se notan los centímetros extras, pudiéndose acomodar sin mayor problema los conductores de tallas altas. Por otro lado, esos centímetros también nos ofrecen la posibilidad de disponer de un razonable espacio detrás de los asientos para llevar equipajes.El salpicadero sigue teniendo el mismo esquema que las anteriores versiones, con el velocímetro y el cuentavueltas delante del conductor y el resto de la instrumentación en posición central. Quizá la única crítica que se le pueda hacer es que los antiguos interruptores de palanca eran más atractivos que los de tecla de plástico de este modelo.La puesta en marcha ya no se hace con el habitual interruptor junto a la llave de contacto. A cambio, esta última va situada en la columna de la dirección, disponiendo de un sistema antirrobo que bloquea la dirección.Una vez girada la llave, no sin antes haber tirado del mando del aire, el V12 cobra vida inmediatamente, aunque el motor no empieza a ir completamente redondo hasta que ha alcanzado un mínimo de temperatura y hemos podido eliminar completamente el mando que enriquece la mezcla. Desde ese momento, los 12 cilindros empiezan a deleitarnos con su fuerte empuje y su suavidad de funcionamiento. Quienes esperen de este motor el ruido de mecánicas con el mismo número de cilindros de origen italiano, se llevarán una pequeña desilusión, porque una de las mejores cualidades de este motor es su discreción sonora. En ralentí hay que mirar al cuentarrevoluciones para cerciorarnos de que está en marcha, ya que llega muy poco ruido, y las vibraciones brillan por su ausencia, con un equilibrio general perfecto.Insertamos la primera, con muy poco esfuerzo en el pedal del embrague, y nos ponemos en marcha prácticamente sin pisar el acelerador, dada la progresividad de este elemento y el buen par disponible del V12, prácticamente desde ralentí. Para ganar velocidad con facilidad no hace falta mucho esfuerzo, bastando con subir hasta 3.000 rpm para sentir una fuerte aceleración y encontrarnos rodando en 4ª a los pocos segundos cerca de 120 km/h de marcador. Desde ese momento, si circulamos de forma tranquila, no hace falta volver a tocar la palanca del cambio, ya que el 12 cilindros en V permite que rodemos a 50 km/h sin protestas, recuperándose con facilidad en cualquier situación. Si queremos practicar una conducción más deportiva, la palanca del cambio, precisa y manejable, nos permitirá ir jugando sin problemas en las marchas intermedias. Aunque en este último caso conviene recordar el número de caballos que llevamos debajo del pie y no dejarnos llevar por el entusiasmo, porque aunque la estabilidad general es francamente buena, pese al relativo confort de las suspensiones, las ruedas traseras pueden perder adherencia. No olvidemos que, a pesar de su suavidad, el V12 sube sin problemas hasta las 6.000 rpm, gracias a una carrera mucho más corta que la de los motores XK de 6 cilindros, y a ese régimen sus 276 CV exigen bastante cuidado. Con este tipo de conducción debemos ir atentos, porque la dirección asistida, si bien ayuda a manejar con facilidad el volante, la realidad es que no transmite mucha información al conductor y está bastante desmultiplicada.En cualquier caso, la conducción del V12 no plantea grandes problemas, con muy buen aplomo en recta y curvas amplias, gracias a la generosa distancia entre ejes y su clara tendencia al subviraje en curvas cerradas que podremos controlar fácilmente con el acelerador. Por otro lado, el equipo de frenos se comporta francamente bien, con muy buena precisión en las frenadas y suficiente resistencia al calentamiento.La realidad es que gracias a las bondades de su motor, al razonable comportamiento de su bastidor, a la posibilidad de encontrar una buena posición de conducción y al hecho de contar con elementos de confort como la dirección asistida y el aire acondicionado, viajar a los mandos del E-Type V12 es una auténtica delicia, pudiéndose utilizar a diario sin mayores problemas. Por otro lado, su facilidad a rodar cerca de los 160 km/h de forma continua y relajada, se encargará de que no estorbemos lo más mínimo en las carreteras modernas. Nuestro agradecimiento a Gloria Cars por la ayuda prestada en la realización y prueba del Jaguar E-Type que aparece en este reportaje.