Sólo hubo tres unidades que desaparecieron tras la Segunda Guerra Mundial, pero Audi no se podía olvidar de sus Wanderer “Streamline Special" de Auto Union. Estos deportivos descapotables no sólo destacaron por su belleza, sino que se mostraron toda su valía en la entonces prueba más dura de la automoción: la Liége-Roma-Liége. Esta competición (bautizada como “el rey de los rallies") era la más dura prueba de resistencia sin escalas de su clase. Sólo se permitía parar para repostar y los vehículos debían circular a una velocidad media de 50 km/h por las casi inexistentes carreteras de la época. Así, los coches rodaban ininterrumpidamente durante más de 100 horas, cruzando las Ardenas, los Alpes y los Apeninos. Pocos llegaban a la meta, 4.700 kilómetros después. Sin embargo, los tres Wanderer “Streamline Special" no sólo acabaron la carrera en 1939, sino que también consiguieron para Auto Union el título de mejor fabricante. La Guerra Mundial impidió la fabricación en serie de estos tres prototipos, que desaparecieron completamente de la escena automovilística. Sesenta y cinco años después, Audi ha decidido devolverlos a la vida. Estos modelos tienen un peso de 900 kilos, gracias a su cuerpo de aluminio. Montaban un motor de 70 CV que les permitía alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h. Se trata de un propulsor de seis cilindros y dos litros con tres carburadores que provenía de una nueva familia de motores que Ferdinand Porsche fabricó en los años 30 para el Wanderer. Werner Zinke GmbH, uno de los principales restauradores europeos de coche, fue el encargado de esta maravillosa restauración. “Aparte de la batalla y la rodada, no tenía ninguna información fiable", ha apuntado este restaurador con sede en Zwönitz (Sajonia). Así, la mayor parte del trabajo se tuvo que llevar a cabo a partir de fotografías históricas. La reconstrucción duró dos años y fue –según aseguran- uno de los proyectos de restauración más complejos a los que se ha enfrentado Audi Tradition desde que hizo la réplica del coche de carreras “Silver Arrow" Tipo C.Estos tres modelos ya tienen dueño. Dos pertenecen a Audi Tradition y el tercero es propiedad del importador belga de Audi, D’Ieteren. Audi planea inscribir sus modelos en una carrera de coches antiguos y, después, trasladar uno de ellos al museo del automóvil que la firma posee en Ingolstadt.
Audi resucita sus Wanderer Streamline Specials
Sólo hubo tres unidades y alcanzaron su gloria en la Liége-Roma-Liége, el que era conocido durante los años treinta como “el rey de los rallies". Ahora, y tras dos años de duro trabajo, Audi los ha devuelto a la vida.
