Más reducción de costes

Tras los radicales cambios que van a marcar la temporada 2009 de F1, la FIA no se queda parada y ya trabaja para que en 2010 los costes de la Fórmula 1 se reduzcan drásticamente. Las salidas de Super Aguri y Honda durante el último año han disparado las alarmas, y la federación no quiere más abandonos en la máxima categoría del automovilismo.

Más reducción de costes
Más reducción de costes

La FIA va en serio con la reducción de costes, y sus pretensiones son reducir los presupuestos de los equipos a un máximo de 50 millones de euros desde la temporada 2010. Para ello, la federación va a introducir el concepto de “elementos de no competición". Esto significa que, en consenso con la FOTA, la FIA declarará una serie de elementos de los monoplazas como estándar, y que deberían de adquirirse a través de un suministrador único. En un primer boceto de esta norma, la FIA propone como futuros elementos estándar los volantes, las llantas, las suspensiones y los frenos. Insistimos en que todo esto debe ser discutido por los equipos, porque si bien en algunos campos la estandarización de elementos no supondría diferencia alguna, habrá otros a los que los equipos se nieguen. Suspensiones y volantes podrían suponer un conflicto, por ejemplo. Aunque realmente, lo único que sabemos a ciencia cierta hoy en día, es que un acuerdo para la estandarización de ciertos componentes está lejano, como se desprende de las declaraciones de dos de las cabezas visibles de la FOTA. Flavio Briatore: “Creemos que es posible reducir los presupuestos en un 60% para el 2012. Queremos un deporte que sea para los aficionados, no para los ingenieros". Sin embargo, Ron Dennis apuntaba: “La F1 no debería ser una fórmula preceptiva en la que los motores y una gran cantidad de componentes deban ser estándar".Sin embargo, parece complicado que, aún llevándose a cabo esta estandarización que pretende la FIA, se cumpla ese límite de 50 millones de euros por año y por equipo. Esto supondría que por ejemplo Toyota redujese su presupuesto en más de 300 millones de euros. O que Ferrari tendría que pagar los sueldos de sus pilotos, que ascienden entre 30 y 35 millones de euros entre los dos, y afrontar el año con 15 millones solamente, cuando acostumbran a gastar alrededor de 300. Parece lógico que la FIA, a través de esta radical, y casi disparatada propuesta, logre una reducción en los presupuestos de los equipos, pero que ni mucho menos llegue a lo que ahora comentan.Hay que ahorrar, eso está claro, porque el ritmo que ha llevado la F1 en los últimos tiempos es imposible de seguir con la que está cayendo. Pero también es cierto que la Fórmula 1 tiene una razón de ser, que es el máximo exponente de competición entre marcas. Y si la FIA acaba convirtiendo la categoría en una especia de fórmula monomarca con motores libres, la F1 está abocada a morir. Por suerte, en F1 los equipos tienen mucho que decir y la solución, como casi siempre en la vida, estará en un punto medio que haga la F1 más accesible pero sin convertirla en una competición cualquiera.