El Rally de Canarias, puntuable para el certamen europeo de la especialidad, constaba de dos etapas y tan sólo tres tramos distintos. Éstos se repetirían tres veces el viernes y dos el sábado, en sentido contrario, por lo que muchos de los aficionados se sintieron “estafados". Sin embargo, las emociones que iban a vivir durante la última jornada les hicieron olvidar la escasa variedad de especiales.Al principio, todo parecía indicar que los pronósticos (que situaban a Dani Solá como el favorito) serían buenos: el piloto del Citroën C2 S1600 estaba “en casa" de su equipo (Auto-Laca) y dominó sin problemas la carrera durante el primer día. Solá –con Xavier Amigo como copiloto- logró el mejor tiempo en ocho de los nueve tramos. Al final de la jornada, su ventaja sobre Alberto Hevia (Peugeot 206 S1600) era de 25". El asturiano no había conseguido encontrase a gusto con su coche hasta pasar por la primera asistencia; desde entonces, eso sí, sus cronos mejoraron.El tercer lugar de la clasificación era para los hermanos Vallejo, muy satisfechos con las mejoras que habían realizado en su Renault Clio S1600. Los gallegos habían estado acechando a Miguel Fuster (también encuadrado en Auto-Laca, pero con un Clio) durante toda la jornada y lograron sobrepasarle al final del día. Sin embargo, sólo cinco segundos los separaban del alicantino.Tras él se colocó Manuel Rueda (Clio S1600) que se esforzó por cuidar una mecánica que no estaba para “muchos trotes". Su posición era relativamente cómoda, pues su perseguidor más inmediato, Fran Suárez (Mitsubishi Lancer) estaba a casi un minuto y medio. Suárez lideraba la clasificación de Grupo N, seguido por los Subaru Impreza de Víctor Delgado y Javier Azcona, quien volvía a la competición. Antonio Ortega -espectacular con su Seat León Cupra- y Armide Martín (C2 GT) cerraban la lista de los diez primeros.Ángel Ramos, el responsable del equipo Auto-Laca, hizo balance de la situación de sus pilotos: Solá se encontraba primero y Fuster cuarto; Rueda era quinto, pero quizá la mecánica no aguantaría, mientras que Alberto Monarri y Yeray Lemes (con Citroën C2) habían tenido que abandonar. Martín era décimo y, de mantenerse así, lograría puntuar… Pero las cosas iban a cambiar mucho en la siguiente etapa.El sábado, Fuster había arreglado los problemas en la suspensión de su vehículo: se convenció de su buen hacer y comenzó a marcar un “scratch" (mejor tiempo) tras otro. En los primeros compases de la jornada ya había superado a los Vallejo y, cuando llegó al final de la tercera especial, se encontró en la segunda plaza. ¿Qué había pasado?Solá, el líder, había pinchado cerca de la meta y no se había parado a cambiar la rueda dañada. Hevia lo alcanzó a 800 metros del final del tramo y lo acusó de no dejarle pasar, mientras Dani repetía que no lo había visto. En cualquier caso, el asturiano se colocó en la primera posición, mientras que Solá bajaba a la tercera. En Peugeot se frotaban las manos viendo su segundo triunfo consecutivo en Canarias (en 2005, la victoria fue para el 206 de Joan Vinyes), pero sus esperanzas se hicieron añicos en la siguiente especial. Hevia se salió y arranco una rueda de su coche, por lo que seguir fue imposible. Fuster, de repente, se encontraba en la primera posición.
En Auto-Laca apenas podían creerlo: dos de sus pilotos se jugaban la victoria a falta de dos tramos para el final. Solá, a menos de diez segundos del líder, atacó y recortó un poco más su diferencia, pero tuvo que conformarse con el segundo puesto. Fuster, que llevaba mucho tiempo sin subir al primer escalón del podio, no ocultaba su satisfacción: además de ganar en Canarias, comparte el liderato de la clasificación general del certamen con Solá. Como apuntó el catalán, en Santander, la próxima cita de la temporada, “todo volverá a empezar". También los hermanos Vallejo estaban muy contentos. Diego, el copiloto, señaló a Autopista.es que “ya ha acabado la temporada de pesca; ahora comienza la de caza". El año pasado, algunos medios acusaron a los gallegos de estar entre los primeros clasificados gracias a los problemas de sus rivales y ellos están dispuestos a demostrar que su experiencia es su mejor arma.Por su parte, Fran Suárez se hizo con la cuarta plaza y con la victoria en el Grupo N y en la Mitsubishi Evo Cup. El piloto canario, beneficiado por el abandono de Hevia y por el de Rueda (finalmente su motor no aguantó, aunque espera la evolución 2005 para la próxima cita), subió un par de posiciones; su actuación le ha servido para disputar cuatro citas más en el Campeonato Nacional. Tras él se situaron Delgado y Toñi Ponce; este último, que sufrió un pinchazo el primer día, logró remontar al volante de su Volkswagen Polo S1600 e hizo las delicias de su público.
— Armide Martín finalizó en la novena plaza, sumando sus primeros puntos en esta temporada. Tanto el canario como su compañero de equipo, Alberto Monarri, contarán con el Kit R2 para sus Citroën en el Rally de Santander.
— Rogelio Peñate, copiloto de Yeray Lemes, vio nacer a sus gemelos el primer día de los reconocimientos de la cita canaria.
— La lista de inscritos de la prueba estuvo animada por las copas de promoción del certamen regional. En el Desafío Peugeot de Canarias, el vencedor fue Raúl Quesada. Heriberto Godoy se hizo con el triunfo en el estreno de la Ford Fiesta Trophy, mientras que el primer puesto en la Kia Picanto Cup fue para Ángel Marrero. En el Trofeo Toyota Enma, Vicente Bolaños subió a lo más alto del podio.
— Hevia no ha tenido suerte en las “Islas Afortunadas": ha participado tres veces en el Rally de Canarias y sólo ha podido terminar en una ocasión.
— En su regreso a los rallies, Azcona fue el tercer clasificado en el Grupo N.
— Los Fiesta de la copa de promoción organizada por la Red Ford de Canarias lucen la misma decoración que los Focus WRC del Mundial de Rallies. Once países se han apuntado a este trofeo de promoción; los dos primeros clasificados de cada territorio participarán en una gran final que se llevará a cabo en Gran Bretaña. El vencedor tendrá un volante oficial en 2007.