Improvisar un cabrestante

Con una eslinga y dos grilletes podemos improvisar un cabrestante que nos ayudará a salir de más de una situación complicada. Primero, la eslinga ha de enrollarse a una de las ruedas delanteras, usando uno de los grilletes. Después, debemos pasarla por algún punto de apoyo, como un árbol o una roca, y enroscar el restante en el otro neumático delantero, asegurándolo con el otro grillete. Al poner en marcha el vehículo, la propia fuerza del motor hará que las ruedas se enrollen sobre las eslingas –para evitar que éstas se salgan debemos colocar una cuerda tensa entre ambas- y avanzaremos algunos metros, suficientes para salvar la mayoría de los obstáculos.