Tras ser pillado conduciendo una moto ebrio, sin casco y saltándose un semáforo, el magistrado Enrique López es ahora la comidilla de todo el mundo. El juez, muy próximo al Partido Popular, ha tenido hasta suerte: tras la dimisión de su Majestad Don Juan Carlos, su caso se ha podido ver quizá eclipsado. Algo que queremos evitar con este reportaje. Y es que López no es sino el último caso de cargos públicos cazados siendo de todo menos un ejemplo al volante: Miguel Ángel Rodríguez, María Pilar Araque, Ángel Espadas, Juan José Corrales… la lista es tan larga como vergonzosa.
Sin casco y quintuplicando la tasa permitida…
El pasado domingo 1 de junio, el juez Enrique López fue detenido por una patrulla de la Policía Nacional en Madrid cuando, circulando en moto sin casco, se saltó un semáforo en rojo en la calle Vitruvio esquina con el Paseo de la Castellana (Madrid). Los agentes avisaron a la Policía Municipal, que sometieron a López a la prueba de alcoholemia: tras siete intentos -el magistrado ‘cortaba el soplido sin motivo aparente’- dio un resultado de 1,12 miligramos de alcohol por litro de sangre, casi cinco veces la tasa permitida, por lo que se considera delito y no falta administrativa.
El juez, que no fue detenido a pesar de ello aunque sí le fue confiscada la moto, ha dimitido reconociendo su error: ‘reconozco los hechos y asumo las consecuencias’, aunque también dejo lugar para la excusa, ‘hay circunstancias personales que podrían justificarlos pero no vienen al caso’. Cabe preguntarse si un ciudadano de a pie también se habría servido de ‘problemas personales’ para no pasar la noche detenido tras competer un delito contra la seguridad vial.
Otros políticos que dieron positivo
Como sabemos, Enrique López no ha sido el único cargo público cazado circulando con la más completa falta de respeto hacia el resto de usuarios de la vía. Y echando un vistazo a tales antecedentes con estos nuestros dirigentes, lamentablemente no será el último. Repasamos los más notorios sin dejar de recordar aquel ‘quien le ha dicho usted que tenga que conducir por mí’ de José María Aznar durante el gobierno de Zapatero: habría más de uno que habría hecho bien en pedir un taxi aquella noche.
Miguel Ángel Rodríguez: en mayo de 2013, el que fuera portavoz del Gobierno con Jose María Aznar y, en los últimos tiempos, habitual de las tertulias políticas, fue detenido tras golpear con su Mercedes-Benz varios coches en la zona del Retiro madrileño. Dos de ellos estaban estacionados pero, en el tercero, estaba su ocupante dentro, por lo que el conductor, tras ser embestido, alertó a la Policía. El señor Rodríguez se bajó de su automóvil con evidentes signos de estar ebrio y tuvo que ser tranquilizado por los agentes. Tras someterse al test de alcoholemia obtuvo un resultado de 0,99, lo que viene siendo cuatro veces la cantidad permitida. Rodríguez pidió disculpas ‘por su mal ejemplo’.
María Pilar Araque: se trata de otro de los casos más recientes y sonados. Las pasadas navidades la que era concejala de Participación, Servicios Sociales, Inmigración y Cooperación en Alcorcón fue detenida en Nochebuena tras atropellar a una mujer de 78 años. Araque dio positivo en la prueba de alcohol, con una tasa de 0,70, triplicando el límite legal. La edil ‘popular’ se dirigía a la cena en casa de su madre en el momento del accidente y estuvo hora y media en las dependencias policiales prestando declaración, quedando en libertad con cargos. Por su parte, la mujer atropellada fue ingresada en estado grave.
Juan José Corrales: el socialista, que fue alcalde del Siero (Asturias) tuvo que dimitir tras un accidente en 2010. Corrales conducía borracho su coche oficial cuando no vio una rotonda y se estampó con ella. Tras ser sometido al test de alcoholemia, el edil del PSOE dio un resultado de 0,72 mg de alcohol, el triple de lo permitido. Dimitió públicamente en rueda de prensa ante los medios y también aludió a problemas personales: ‘mi situación personal, que quizá alguna gente no ha querido entender, probablemente me ha llevado a cometer los hechos acontecidos’. Fue sancionado con 3.240 euros y se le retiró el carné durante dos años.
Ángel Espadas: el que fuera concejal del Partido Popular en Santiago de Compostela es otro de los ejemplos más clamorosos. En marzo de 2011, dos meses antes de las elecciones municipales, iba conduciendo tan borracho de madrugada que se quedó dormido al volante al detenerse en un semáforo en rojo. La Guardia Civil, tras detenerle y hacerle soplar, reflejó en el atestado que el concejal triplicaba la tasa de alcohol, con un resultado de 0,79 miligramos de alcohol por litro de sangre. El compostelano dimitió y no se presentó en la listas de los comicios, donde figuraba como el número tres. Conde Roa, alcalde por un año tras dimitir por ser imputado por corrupción en 2012, disculpó a su colega: ‘un error humano no desmerece toda una trayectoria política’.
Luís Miguel Rodríguez: antes de que ‘hacerse un Esperanza Aguirre’ se hiciera famoso, también hubo dirigentes que se dieron a la fuga. Fue el caso del ‘popular’ de Puerto de la Cruz (Tenerife) que en junio de 2012, ni corto ni perezoso, se saltó un control de alcoholemia. Tras evadirlo, fue perseguido por los agentes de la Policía Nacional, que consiguieron detenerle. Lo sorprendente es que la prueba de alcohol fue negativa: 0,23 mg de alcohol por litro de sangre, por los pelos, pero estaba en el límite legal.
Nacho Uriarte: no es que los anteriores casos no fueran graves, es que en caso del que fuera el presidente de Nuevas Generaciones era vocal de la Comisión de Seguridad Vial cuando sufrió un accidente en la calle Serrano (Madrid) siendo la causa del mismo la ingesta de alcohol. Tras ser sometido al test, dio positivo doblando la tasa permitida. Fue multado por el Tribunal Supremo con 2.400 euros y sancionado con ocho meses de retirada del permiso de conducir.
¡Y sin carné!
Igual de irresponsables que los que han sido cazados con dos copas de más son los que lo hacen sin permiso de conducir. Es el caso de José Manuel Castro Fernández, concejal de Izquierda Unida en Rivas-Vaciamadrid que, en octubre de 2013, fue denunciado por la Policía Municipal no sólo por conducir ebrio, sino encima sin carné de conducir. Al edil de IU le fue retirado el carné en 2012 por cometer otra infracción, aunque en aquella ocasión no trascendió a los medios, por lo que no se ha podido confirmar si también fue por circular bebido como afirmó en su momento Jesús G. Espartero, portavoz de los ‘populares’ en Rivas. Castro Fernández, tras los hechos, no ha dimitido de su cargo hasta marzo de este año.
Tampoco podemos olvidarnos de Alfonso Carlos Ruiz Trigueros, secretario del PP en Granada, que dimitió en 2012 tras ser sorprendido circulando sin el carné de conducir. A diferencia de Castro Fernández, no es que se lo hubiese dejado en casa o que se lo hubieran retirado, es que jamás se lo había sacado.