Aunque muchos son los intentos de revolucionar el automóvil, se sigue apostando por coches de cuatro ruedas, que funcionan en su mayoría con un motor de combustión –aunque los eléctricos empiezan a hacer su incursión en el mercado- y que hacen uso de carreteras. Pero algunos intentos del pasado, del presente y, seguro, del futuro intentan romper con las normas establecidas. Jalopnik elabora una lista de aquellos que las han roto, pero sin sacar partido de sus ‘locuras’.
1. Sir-Vival
Quizá el intento más frustrado por crear el coche de mayor seguridad del futuro. Su diseño con dos partes era una apuesta por mantener a salvo a todos los pasajeros en caso de accidente. Basado en un Hudson del 48’, este prototipo no llegó a la producción –en aquella época primaba la potencia antes que la seguridad-, aunque ahora es una verdadera joya de valor incalculable y que se puede ver exclusivamente en la colección del inventor Donald J. Moore.
2. Curtiss-Wright Aircar
Este concepto basado en un hovercraft fue creado por la empresa norteamericana Curtiss-Wright, que en los 60’ estaba consolidada como una de las más grandes dedicada a la fabricación de aviones. Su tamaño y su falta de practicidad lo condenaron desde sus inicios.
3. Genepax H2O
Este coche creado en 2008 que funcionaba con agua, al final se tuvo que rendir al mundo de los automóviles eléctricos. Se comercializó en el Reino Unido y acabó como tenía que acabar, fuera del mercado.
4. Firebird Concept de General Motors
A finales de los 50’, General Motors quiso vender a sus clientes un modelo basado en los que se creaban para alcanzar récords de velocidad. Se equivocaron en la predicción del coche del futuro con este Firebird con motor con turbinas que generaba más de 225 CV.
5. Ford Gyron
De todas las ideas nuevas de Ford entre los años 50’ y 60’, la que más sorprendió –no precisamente por su brillantez y practicidad- fue el modelo Gyron, que se hizo realidad en 1961. Este coche de dos ruedas con controles de balance giroscópicos presentaba importantes inconvenientes, como un techo transparente que cegaba a los ocupantes cuando salía el sol y unos salientes voladizos que se podían convertir en cuchillas en accidentes con peatones o motociclistas implicados.
6. Coches voladores
Si hablamos de los coches que permiten volar sí que podemos estar mirando al futuro, pero la realidad es que en el presente aún no han llegado a ser más que aviones con grandes ruedas que mezclan, sin demasiado éxito, los beneficios de ambos vehículos. El más reciente y uno de los más conseguidos es el Aeromobil 2.5.
7. Aptera 2e
Vehículo eléctrico con formas de aeroplano y unas prestaciones interesantes, ya que este vehículo de tres ruedas es capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de 10 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 137 km/h. También ha salido una versión con sistema de propulsión híbrido enchufable (plug-in) aunque lo más que ha conseguido ha sido salir en 2009 en el film de Star Trek.
8. Aurora ESV
Un sacerdote con mucha fe construyó en 1957 este vehículo utilizando el chasis de un Buick de 53’, al que incorporó un marco de madera, elementos de fibra de vidrio y unas ventas de plástico. Por supuesto, manchó el nombre de Buick y fue un fracaso. En 2005 se restauró y es un ejemplo de lo que no se debe repetir.
9. Dymaxion
Quizá uno de los coches de gran tamaño que no triunfó en 1933 por su estética pero sí que fue un avance de los monovolúmenes y furgones de hoy en día. Buckminster Fuller dio vida a un automóvil con cinturón de seguridad, con capacidad para once pasajeros y que tan sólo consumía 7,8 l/km. Una auténtica revolución en ese momento...