Invierno, primera excursión a la nieve, un Renault Laguna se detiene a poner las cadenas mientras un Koleos se abre paso sobre asfalto helado sin aparente complicación. Primavera, las tenues pero intensas lluvias de la temporada han convertido los caminos que conectan las fincas de caza en intransitables barrizales por donde lentamente zigzaguea un Toyota RAV4, no sin cierta dificultad al avance debido a sus ruedas de clara orientación asfáltica. Verano, la gran escapada: de punta a punta de
Sin lugar a dudas, estamos ante el coche de las mil caras, uno de los formatos más completos en términos de polivalencia y habitabilidad para su tamaño, cada vez más mejorados en comportamiento, seguridad y eficiencia, el triángulo donde berlinas, compactos y turismos en general no tienen rival. Cada vez con más peso específico en las respectivas gamas de sus fabricantes (se venden más RAV4 que Avensis, o mientras que las ventas de Laguna bajan en 2011, las de Koleos suben). Arañan ventas a la berlina clásica, pero también al monovolumen compacto, con quienes también comparten entidad y soluciones de coche familiar y rizan el rizo cuando las condiciones atmosféricas agudizan.
Aquí reunimos tres buenos ejemplos: un renovado Koleos que suma vistosidad tras una actualización en la que recorta drásticamente emisiones y consumos sin una aparente revolución técnica; un incombustible RAV4, tan cerca de ese concepto de coche que él mismo inventó como del monovolumen compacto que representa el Verso; y, por último, un Tiguan, que al igual que Polo, Golf o Passat y otros tantos representa el extremo del coche generalista en su categoría en términos de comportamiento, gama, motores y posibilidades de personalización.
Tres coches muy distintos entre sí (en precio sobre todo, con un Koleos que ha demostrado ser capaz de hacerse con algunos clientes que llegan buscando un Duster) pero con un mismo público objetivo. Así los vemos nosotros. Me siento cómodo y seguro a bordo de sus intimidatorios puestos de conducción, no veo derroche en sus cifras de consumo y sus sistemas de tracción total me aportan confianza y seguridad aún sabiendo que Laguna, Passat o Avensis pueden reaccionar mejor al límite. Kilos y altura tienen la culpa de ello. Nuestros tres SUV, con
Son unos 140 kilos más de lastre para carrocerías con dimensiones de Scénic, Touran o Verso, éstas también claramente más ligeras a igualdad de mecánica (1.620 kilos de media). Y esos kilos, líneas exteriores más "agresivas" aerodinámicamente hablando y el arrastre de la tracción total nos lleva también a unos consumos no demasiado altos en valor absoluto, pero sí mayores que coches de habitabilidad similar en formato turismo: 6,3 l/100 km de promedio para ellos frente a 5,5 l/100 km (también en promedio) de Laguna, Avensis y Passat... Y cuantos más datos analizas, peor para el SUV en ese día a día del conductor medio y no digamos ya verdadero aficionado. Pero con todo, sigo viendo en ellos un plus que no me ofrecen otros formatos..
Tracción total para todos. No creo que el cliente pueda apreciar que la de uno es mejor que la del rival porque cuando las distinciones tienen que salir a la luz, al final es la calidad y tipo de rueda lo que marca las diferencias. Sólo el Koleos permite conmutar de tracción 4x2 a 4x4; el resto lo hacen "sobre la marcha", automáticamente, aunque siempre queda algo de arrastre. Como el RAV4, también el Koleos tiene un botón para el bloqueo del diferencial central a baja velocidad (el Tiguan detecta esa necesidad automáticamente), pero realmente son las suspensiones, por sus amplios recorridos y suave tarado de amortiguación lo que hace al SUV de Renault más orientado al campo que los otros dos. Sin llegar a dejar a RAV4 o Tiguan clavados en ningún paso, al menos ha sido el que más confianza nos ha inspirado y el más cómodo para avanzar por terreno roto.
Estamos a una versión un tanto peculiar del RAV4: Toyota nos cedía un automático que sólo se asocia con la versión "ultra-limpia" del motor 2.2 D-4D, con su catalizador de óxidos de nitrógeno. Y esa combinación, por nivel de acabado, implica ruedas de
Sin demasiadas evoluciones (ni Stop-Start, pero ahora con regeneración de energía), el 2.0 dCi del Koleos mejora consumos (ciudad sobre todo) y tacto aportando la excelente prestación de siempre y alto agrado de utilización, pero el "motor" de la comparativa no es otro que el del Tiguan: al dato (sobre todo los de consumo) y sensaciones, se lleva los puntos de calle y el cambio DSG/7 es insuperable. Al D-4D, por su parte, se le siente ya con demasiada intensidad dentro del habitáculo (más que por ruido, por vibraciones), especialmente en frío, y aunque el cambio automático aporta comodidad de uso, no supone un claro plus en todo como sí hace el DSG/7. Pero el de Toyota es un coche con gran imagen y tiene un as en la manga: su habitabilidad y flexibilidad de uso, mayor que los otros. A precio, está claro que el muy bien equipado Koleos es la apuesta ganadora, siendo el Tiguan quien marca las distancias en coste de adquisición, pero también en calidad global y rendimiento
¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor.
Invierno, primera excursión a la nieve, un Renault Laguna se detiene a poner las cadenas mientras un Koleos se abre paso sobre asfalto helado sin aparente complicación. Primavera, las tenues pero intensas lluvias de la temporada han convertido los caminos que conectan las fincas de caza en intransitables barrizales por donde lentamente zigzaguea un Toyota RAV4, no sin cierta dificultad al avance debido a sus ruedas de clara orientación asfáltica. Verano, la gran escapada: de punta a punta de
Sin lugar a dudas, estamos ante el coche de las mil caras, uno de los formatos más completos en términos de polivalencia y habitabilidad para su tamaño, cada vez más mejorados en comportamiento, seguridad y eficiencia, el triángulo donde berlinas, compactos y turismos en general no tienen rival. Cada vez con más peso específico en las respectivas gamas de sus fabricantes (se venden más RAV4 que Avensis, o mientras que las ventas de Laguna bajan en 2011, las de Koleos suben). Arañan ventas a la berlina clásica, pero también al monovolumen compacto, con quienes también comparten entidad y soluciones de coche familiar y rizan el rizo cuando las condiciones atmosféricas agudizan.
Aquí reunimos tres buenos ejemplos: un renovado Koleos que suma vistosidad tras una actualización en la que recorta drásticamente emisiones y consumos sin una aparente revolución técnica; un incombustible RAV4, tan cerca de ese concepto de coche que él mismo inventó como del monovolumen compacto que representa el Verso; y, por último, un Tiguan, que al igual que Polo, Golf o Passat y otros tantos representa el extremo del coche generalista en su categoría en términos de comportamiento, gama, motores y posibilidades de personalización.
Tres coches muy distintos entre sí (en precio sobre todo, con un Koleos que ha demostrado ser capaz de hacerse con algunos clientes que llegan buscando un Duster) pero con un mismo público objetivo. Así los vemos nosotros. Me siento cómodo y seguro a bordo de sus intimidatorios puestos de conducción, no veo derroche en sus cifras de consumo y sus sistemas de tracción total me aportan confianza y seguridad aún sabiendo que Laguna, Passat o Avensis pueden reaccionar mejor al límite. Kilos y altura tienen la culpa de ello. Nuestros tres SUV, con
Son unos 140 kilos más de lastre para carrocerías con dimensiones de Scénic, Touran o Verso, éstas también claramente más ligeras a igualdad de mecánica (1.620 kilos de media). Y esos kilos, líneas exteriores más "agresivas" aerodinámicamente hablando y el arrastre de la tracción total nos lleva también a unos consumos no demasiado altos en valor absoluto, pero sí mayores que coches de habitabilidad similar en formato turismo: 6,3 l/100 km de promedio para ellos frente a 5,5 l/100 km (también en promedio) de Laguna, Avensis y Passat... Y cuantos más datos analizas, peor para el SUV en ese día a día del conductor medio y no digamos ya verdadero aficionado. Pero con todo, sigo viendo en ellos un plus que no me ofrecen otros formatos..
Tracción total para todos. No creo que el cliente pueda apreciar que la de uno es mejor que la del rival porque cuando las distinciones tienen que salir a la luz, al final es la calidad y tipo de rueda lo que marca las diferencias. Sólo el Koleos permite conmutar de tracción 4x2 a 4x4; el resto lo hacen "sobre la marcha", automáticamente, aunque siempre queda algo de arrastre. Como el RAV4, también el Koleos tiene un botón para el bloqueo del diferencial central a baja velocidad (el Tiguan detecta esa necesidad automáticamente), pero realmente son las suspensiones, por sus amplios recorridos y suave tarado de amortiguación lo que hace al SUV de Renault más orientado al campo que los otros dos. Sin llegar a dejar a RAV4 o Tiguan clavados en ningún paso, al menos ha sido el que más confianza nos ha inspirado y el más cómodo para avanzar por terreno roto.
Estamos a una versión un tanto peculiar del RAV4: Toyota nos cedía un automático que sólo se asocia con la versión "ultra-limpia" del motor 2.2 D-4D, con su catalizador de óxidos de nitrógeno. Y esa combinación, por nivel de acabado, implica ruedas de
Sin demasiadas evoluciones (ni Stop-Start, pero ahora con regeneración de energía), el 2.0 dCi del Koleos mejora consumos (ciudad sobre todo) y tacto aportando la excelente prestación de siempre y alto agrado de utilización, pero el "motor" de la comparativa no es otro que el del Tiguan: al dato (sobre todo los de consumo) y sensaciones, se lleva los puntos de calle y el cambio DSG/7 es insuperable. Al D-4D, por su parte, se le siente ya con demasiada intensidad dentro del habitáculo (más que por ruido, por vibraciones), especialmente en frío, y aunque el cambio automático aporta comodidad de uso, no supone un claro plus en todo como sí hace el DSG/7. Pero el de Toyota es un coche con gran imagen y tiene un as en la manga: su habitabilidad y flexibilidad de uso, mayor que los otros. A precio, está claro que el muy bien equipado Koleos es la apuesta ganadora, siendo el Tiguan quien marca las distancias en coste de adquisición, pero también en calidad global y rendimiento
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Invierno, primera excursión a la nieve, un Renault Laguna se detiene a poner las cadenas mientras un Koleos se abre paso sobre asfalto helado sin aparente complicación. Primavera, las tenues pero intensas lluvias de la temporada han convertido los caminos que conectan las fincas de caza en intransitables barrizales por donde lentamente zigzaguea un Toyota RAV4, no sin cierta dificultad al avance debido a sus ruedas de clara orientación asfáltica. Verano, la gran escapada: de punta a punta de
Sin lugar a dudas, estamos ante el coche de las mil caras, uno de los formatos más completos en términos de polivalencia y habitabilidad para su tamaño, cada vez más mejorados en comportamiento, seguridad y eficiencia, el triángulo donde berlinas, compactos y turismos en general no tienen rival. Cada vez con más peso específico en las respectivas gamas de sus fabricantes (se venden más RAV4 que Avensis, o mientras que las ventas de Laguna bajan en 2011, las de Koleos suben). Arañan ventas a la berlina clásica, pero también al monovolumen compacto, con quienes también comparten entidad y soluciones de coche familiar y rizan el rizo cuando las condiciones atmosféricas agudizan.
Aquí reunimos tres buenos ejemplos: un renovado Koleos que suma vistosidad tras una actualización en la que recorta drásticamente emisiones y consumos sin una aparente revolución técnica; un incombustible RAV4, tan cerca de ese concepto de coche que él mismo inventó como del monovolumen compacto que representa el Verso; y, por último, un Tiguan, que al igual que Polo, Golf o Passat y otros tantos representa el extremo del coche generalista en su categoría en términos de comportamiento, gama, motores y posibilidades de personalización.
Tres coches muy distintos entre sí (en precio sobre todo, con un Koleos que ha demostrado ser capaz de hacerse con algunos clientes que llegan buscando un Duster) pero con un mismo público objetivo. Así los vemos nosotros. Me siento cómodo y seguro a bordo de sus intimidatorios puestos de conducción, no veo derroche en sus cifras de consumo y sus sistemas de tracción total me aportan confianza y seguridad aún sabiendo que Laguna, Passat o Avensis pueden reaccionar mejor al límite. Kilos y altura tienen la culpa de ello. Nuestros tres SUV, con
Son unos 140 kilos más de lastre para carrocerías con dimensiones de Scénic, Touran o Verso, éstas también claramente más ligeras a igualdad de mecánica (1.620 kilos de media). Y esos kilos, líneas exteriores más "agresivas" aerodinámicamente hablando y el arrastre de la tracción total nos lleva también a unos consumos no demasiado altos en valor absoluto, pero sí mayores que coches de habitabilidad similar en formato turismo: 6,3 l/100 km de promedio para ellos frente a 5,5 l/100 km (también en promedio) de Laguna, Avensis y Passat... Y cuantos más datos analizas, peor para el SUV en ese día a día del conductor medio y no digamos ya verdadero aficionado. Pero con todo, sigo viendo en ellos un plus que no me ofrecen otros formatos..
Tracción total para todos. No creo que el cliente pueda apreciar que la de uno es mejor que la del rival porque cuando las distinciones tienen que salir a la luz, al final es la calidad y tipo de rueda lo que marca las diferencias. Sólo el Koleos permite conmutar de tracción 4x2 a 4x4; el resto lo hacen "sobre la marcha", automáticamente, aunque siempre queda algo de arrastre. Como el RAV4, también el Koleos tiene un botón para el bloqueo del diferencial central a baja velocidad (el Tiguan detecta esa necesidad automáticamente), pero realmente son las suspensiones, por sus amplios recorridos y suave tarado de amortiguación lo que hace al SUV de Renault más orientado al campo que los otros dos. Sin llegar a dejar a RAV4 o Tiguan clavados en ningún paso, al menos ha sido el que más confianza nos ha inspirado y el más cómodo para avanzar por terreno roto.
Estamos a una versión un tanto peculiar del RAV4: Toyota nos cedía un automático que sólo se asocia con la versión "ultra-limpia" del motor 2.2 D-4D, con su catalizador de óxidos de nitrógeno. Y esa combinación, por nivel de acabado, implica ruedas de
Sin demasiadas evoluciones (ni Stop-Start, pero ahora con regeneración de energía), el 2.0 dCi del Koleos mejora consumos (ciudad sobre todo) y tacto aportando la excelente prestación de siempre y alto agrado de utilización, pero el "motor" de la comparativa no es otro que el del Tiguan: al dato (sobre todo los de consumo) y sensaciones, se lleva los puntos de calle y el cambio DSG/7 es insuperable. Al D-4D, por su parte, se le siente ya con demasiada intensidad dentro del habitáculo (más que por ruido, por vibraciones), especialmente en frío, y aunque el cambio automático aporta comodidad de uso, no supone un claro plus en todo como sí hace el DSG/7. Pero el de Toyota es un coche con gran imagen y tiene un as en la manga: su habitabilidad y flexibilidad de uso, mayor que los otros. A precio, está claro que el muy bien equipado Koleos es la apuesta ganadora, siendo el Tiguan quien marca las distancias en coste de adquisición, pero también en calidad global y rendimiento
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