Golf y León TDI se enfrentan al Auris

Son lo más potente que hay entre los compactos Diesel de tracción delantera del mercado. Los dos TDI de León y Golf se enfrentan con sus 170 CV al tecnológicamente avanzado motor de 177 CV del Auris ¿será argumento sufi ciente tanta tecnología para batir al popularizado 2.0 TDI del grupo Volkswagen?

Golf y León TDI se enfrentan al Auris
Golf y León TDI se enfrentan al Auris

La presentación interior es aceptable en los tres, aunque Auris y Golf parecen estar un pequeño paso por delante, sobre todo el VW. La calidad de materiales empleada es mejor en este último.El Auris es el que tiene un diseño más moderno</strong<, no tan sobrio como el de los otros dos, pero muestra algunos "problemas" de ergonomía, como la guantera que hay bajo la palanca de cambios, que no sabes cómo acceder a ella –al final se utiliza con mayor comodidad desde el lado del acompañante–, o el freno de mano, con el botón al revés de lo que la lógica invita. Hay demasiados plásticos duros y encontramos algunos mandos sin iluminación. En los otros dos la configuración es más tradicional, no tan moderna y sin tanta guantera, pero funcional y correcta. Los asientos mejores los tiene el León. Son de corte deportivo y sujetan el cuerpo de maravilla. Muy parecidos son los del Golf, mientras que en el Toyota encontramos menos agarre lateral, pero un mullido más confortable. Ahí no entramos, ya es una cuestión de gustos personales.La sesión fotográfica de la comparativa se realizó con el Auris y el León de cinco puertas –el español no ofrece otra posibilidad– y el Golf de tres. Aunque en la ficha de medidas hemos puesto los datos de la de tres, para comparar utilizaremos las medidas de la de 5, y así igualar lo máximo posible. En estas condiciones, el que más espacio interior dispone es el Volkswagen, que además cuenta con el maletero de mayor tamaño. El Auris peca de menor espacio para las piernas de los ocupantes traseros, pero, con todo, sus medidas entran dentro de lo racional para un compacto de sus características.Los tres coches disponen de serie de ayudas a la conducción, como son el control de estabilidad y de tracción. El primero resulta demasiado intrusivo en el Toyota, aunque eficaz en su labor. También tienen un correcto funcionamiento los ABS, con una aceptable capacidad de frenado en curva. La estabilidad pura es más eficaz en los TDI, pero como dijimos al principio, eso no quiere decir que el Toyota sea malo. El Auris es el único que dispone de airbag de rodillas para el conductor, que se suma al habitual equipo de serie que llevan los tres coches –doble frontal, laterales delanteros y de cortina en las cuatro plazas principales–. En todos hay reposacabezas en las cinco plazas, con su correspondiente cinturón de 3 puntos.Un defecto común a los tres modelos es que con estos motores sólo se puede optar por un único acabado. No son versiones muy demandadas como las Diesel medias, pero no por ello deberíamos estar obligados a pagar un acabado alto de gama. Tanto el Auris como el León tienen un precio base muy competitivo, sobre todo el Seat, y son los únicos que ofrecen un descuento oficial. Es el Golf el que se desmarca con un precio de partida unos 3.000 euros más caro –eso sin tener en cuenta el DSG– que los otros.La dotación de serie es completa en todos, aunque cada uno ofrece distintos elementos. Si igualamos equipamientos, habría que añadir en el Seat el encendido de faros automático y los faros de xénon, en el Golf los mandos de la radio en el volante, el sensor de lluvia, y el control de crucero. El Auris va completo pero le falta la posibilidad de añadir la alarma y el control de crucero, a cambio lleva airbag de rodilla que los otros no ofrecen. Añadimos también los descuentos oficiales y nos queda un Golf de 28.700 euros –30.850 euros si lo queremos con DSG–, un León de 25.456 euros y un Auris de 24.740 euros.Si nos olvidamos del precio, la mejor elección es el Golf. Se trata de un coche equilibrado, se comporta de maravilla y está un paso por delante en percepción de materiales... pero es muy caro, demasiado. El Auris nos ha gustado, pero no con este motor. Su concepto lo vemos más lógico para los otros dos Diesel que ofrece. Su mecánica es un prodigio de ingeniería, es potente, consume poco y es agradable, pero no se corresponde con las aptitudes del bastidor. Nos quedamos con el León: buen precio, prestaciones, comportamiento y habitabilidad.La presentación interior es aceptable en los tres, aunque Auris y Golf parecen estar un pequeño paso por delante, sobre todo el VW. La calidad de materiales empleada es mejor en este último.El Auris es el que tiene un diseño más moderno</strong<, no tan sobrio como el de los otros dos, pero muestra algunos "problemas" de ergonomía, como la guantera que hay bajo la palanca de cambios, que no sabes cómo acceder a ella –al final se utiliza con mayor comodidad desde el lado del acompañante–, o el freno de mano, con el botón al revés de lo que la lógica invita. Hay demasiados plásticos duros y encontramos algunos mandos sin iluminación. En los otros dos la configuración es más tradicional, no tan moderna y sin tanta guantera, pero funcional y correcta. Los asientos mejores los tiene el León. Son de corte deportivo y sujetan el cuerpo de maravilla. Muy parecidos son los del Golf, mientras que en el Toyota encontramos menos agarre lateral, pero un mullido más confortable. Ahí no entramos, ya es una cuestión de gustos personales.La sesión fotográfica de la comparativa se realizó con el Auris y el León de cinco puertas –el español no ofrece otra posibilidad– y el Golf de tres. Aunque en la ficha de medidas hemos puesto los datos de la de tres, para comparar utilizaremos las medidas de la de 5, y así igualar lo máximo posible. En estas condiciones, el que más espacio interior dispone es el Volkswagen, que además cuenta con el maletero de mayor tamaño. El Auris peca de menor espacio para las piernas de los ocupantes traseros, pero, con todo, sus medidas entran dentro de lo racional para un compacto de sus características.Los tres coches disponen de serie de ayudas a la conducción, como son el control de estabilidad y de tracción. El primero resulta demasiado intrusivo en el Toyota, aunque eficaz en su labor. También tienen un correcto funcionamiento los ABS, con una aceptable capacidad de frenado en curva. La estabilidad pura es más eficaz en los TDI, pero como dijimos al principio, eso no quiere decir que el Toyota sea malo. El Auris es el único que dispone de airbag de rodillas para el conductor, que se suma al habitual equipo de serie que llevan los tres coches –doble frontal, laterales delanteros y de cortina en las cuatro plazas principales–. En todos hay reposacabezas en las cinco plazas, con su correspondiente cinturón de 3 puntos.Un defecto común a los tres modelos es que con estos motores sólo se puede optar por un único acabado. No son versiones muy demandadas como las Diesel medias, pero no por ello deberíamos estar obligados a pagar un acabado alto de gama. Tanto el Auris como el León tienen un precio base muy competitivo, sobre todo el Seat, y son los únicos que ofrecen un descuento oficial. Es el Golf el que se desmarca con un precio de partida unos 3.000 euros más caro –eso sin tener en cuenta el DSG– que los otros.La dotación de serie es completa en todos, aunque cada uno ofrece distintos elementos. Si igualamos equipamientos, habría que añadir en el Seat el encendido de faros automático y los faros de xénon, en el Golf los mandos de la radio en el volante, el sensor de lluvia, y el control de crucero. El Auris va completo pero le falta la posibilidad de añadir la alarma y el control de crucero, a cambio lleva airbag de rodilla que los otros no ofrecen. Añadimos también los descuentos oficiales y nos queda un Golf de 28.700 euros –30.850 euros si lo queremos con DSG–, un León de 25.456 euros y un Auris de 24.740 euros.Si nos olvidamos del precio, la mejor elección es el Golf. Se trata de un coche equilibrado, se comporta de maravilla y está un paso por delante en percepción de materiales... pero es muy caro, demasiado. El Auris nos ha gustado, pero no con este motor. Su concepto lo vemos más lógico para los otros dos Diesel que ofrece. Su mecánica es un prodigio de ingeniería, es potente, consume poco y es agradable, pero no se corresponde con las aptitudes del bastidor. Nos quedamos con el León: buen precio, prestaciones, comportamiento y habitabilidad.La presentación interior es aceptable en los tres, aunque Auris y Golf parecen estar un pequeño paso por delante, sobre todo el VW. La calidad de materiales empleada es mejor en este último.El Auris es el que tiene un diseño más moderno</strong<, no tan sobrio como el de los otros dos, pero muestra algunos "problemas" de ergonomía, como la guantera que hay bajo la palanca de cambios, que no sabes cómo acceder a ella –al final se utiliza con mayor comodidad desde el lado del acompañante–, o el freno de mano, con el botón al revés de lo que la lógica invita. Hay demasiados plásticos duros y encontramos algunos mandos sin iluminación. En los otros dos la configuración es más tradicional, no tan moderna y sin tanta guantera, pero funcional y correcta. Los asientos mejores los tiene el León. Son de corte deportivo y sujetan el cuerpo de maravilla. Muy parecidos son los del Golf, mientras que en el Toyota encontramos menos agarre lateral, pero un mullido más confortable. Ahí no entramos, ya es una cuestión de gustos personales.La sesión fotográfica de la comparativa se realizó con el Auris y el León de cinco puertas –el español no ofrece otra posibilidad– y el Golf de tres. Aunque en la ficha de medidas hemos puesto los datos de la de tres, para comparar utilizaremos las medidas de la de 5, y así igualar lo máximo posible. En estas condiciones, el que más espacio interior dispone es el Volkswagen, que además cuenta con el maletero de mayor tamaño. El Auris peca de menor espacio para las piernas de los ocupantes traseros, pero, con todo, sus medidas entran dentro de lo racional para un compacto de sus características.Los tres coches disponen de serie de ayudas a la conducción, como son el control de estabilidad y de tracción. El primero resulta demasiado intrusivo en el Toyota, aunque eficaz en su labor. También tienen un correcto funcionamiento los ABS, con una aceptable capacidad de frenado en curva. La estabilidad pura es más eficaz en los TDI, pero como dijimos al principio, eso no quiere decir que el Toyota sea malo. El Auris es el único que dispone de airbag de rodillas para el conductor, que se suma al habitual equipo de serie que llevan los tres coches –doble frontal, laterales delanteros y de cortina en las cuatro plazas principales–. En todos hay reposacabezas en las cinco plazas, con su correspondiente cinturón de 3 puntos.Un defecto común a los tres modelos es que con estos motores sólo se puede optar por un único acabado. No son versiones muy demandadas como las Diesel medias, pero no por ello deberíamos estar obligados a pagar un acabado alto de gama. Tanto el Auris como el León tienen un precio base muy competitivo, sobre todo el Seat, y son los únicos que ofrecen un descuento oficial. Es el Golf el que se desmarca con un precio de partida unos 3.000 euros más caro –eso sin tener en cuenta el DSG– que los otros.La dotación de serie es completa en todos, aunque cada uno ofrece distintos elementos. Si igualamos equipamientos, habría que añadir en el Seat el encendido de faros automático y los faros de xénon, en el Golf los mandos de la radio en el volante, el sensor de lluvia, y el control de crucero. El Auris va completo pero le falta la posibilidad de añadir la alarma y el control de crucero, a cambio lleva airbag de rodilla que los otros no ofrecen. Añadimos también los descuentos oficiales y nos queda un Golf de 28.700 euros –30.850 euros si lo queremos con DSG–, un León de 25.456 euros y un Auris de 24.740 euros.Si nos olvidamos del precio, la mejor elección es el Golf. Se trata de un coche equilibrado, se comporta de maravilla y está un paso por delante en percepción de materiales... pero es muy caro, demasiado. El Auris nos ha gustado, pero no con este motor. Su concepto lo vemos más lógico para los otros dos Diesel que ofrece. Su mecánica es un prodigio de ingeniería, es potente, consume poco y es agradable, pero no se corresponde con las aptitudes del bastidor. Nos quedamos con el León: buen precio, prestaciones, comportamiento y habitabilidad.