Ford Focus RS

Más radical que el Focus ST y menos exigente que el anterior Focus RS. El nuevo Ford Focus RS tiene 305 CV, tracción delantera, diferencial autoblocante y un innovador sistema de suspensión en el eje anterior.

Ford Focus RS
Ford Focus RS

El nuevo Ford Focus RS es un digno heredero del anterior Ford Focus RS que salió al mercado en 2002 con 215 CV. Ahora, el Ford Focus RS tiene 305 CV -casi 100 CV más- pero supera claramente al anterior en agrado o facilidad de uso, motricidad y precisión de dirección. Por fortuna, no se ha renunciado a ese carácter radical tan propio de un genuino RS, para diferenciarlo claramente del Ford Focus ST pero con un mejor compromiso con el confort para la utilización diaria y sin el «efecto turbo» o retraso de respuesta tan peculiar del anterior RS.

Ford define al nuevo Ford Focus RS como «el tracción delantera más rápido y potente de la historia de Ford Europa». No en vano estamos ante un deportivo -de verdad, no en sentido «sport»- con tracción delantera y más de 300 CV. El nuevo Ford Focus RS toma como base el 2.5 turboalimentado de cinco cilindros en línea que tiene el Ford Focus ST. Sin embargo, pero el paso de 225 a 305 CV -un 35 por ciento más- no se ha obtenido con una simple reprogramación de la centralita.

Junta de culata revisada, camisas, pistones, perfil de árbol de levas, bielas y cojinetes de pie de biela son parte de la transformación pero no la única. De hecho, los cambios más significativos están en la admisión, el colector de escape y el turbocompresor. El intercooler también es más grande . Sin ir más lejos, el soplado del turbo -un Borg Warner K16- pasa de 0,7 bares del Ford Focus ST a unos imponentes 1,4 en el nuevo Ford Focus RS. Los resultados son espectaculares. Dicen los ingenieros de Ford que «no queríamos que el Ford Focus RS tuviera el mismo carácter que el Ford Focus ST» y desde luego que lo han conseguido. Se trata de un motor lleno desde ralentí, inmediato en su respuesta, que aporta una extraordinaria sensación de prestaciones, empuja como un demonio desde las 1.500 rpm con un glorioso medio régimen -¡qué sonido!- y tiene una capacidad de estirarse arriba notable.

Por cierto, el cambio es el mismo que el del Ford Focus ST -cambian cojinetes, carcasa del embrague y diferencial- aunque los desarrollos son un pelín más largos por la medida de los neumáticos. Cuando se presentó el Ford Focus ST hace unos años ya se hablaba del Ford Focus RS y se especulaba con su potencia y el tipo de tracción que iba a tener. La posibilidad de hacer un 4x4 estilo WRC para competir con los < Mitsubishi Lancer Evolution X MR o Subaru Impreza WRX STi se descartó pronto por razones de peso y coste. Eso sí, el aspecto del nuevo Ford Focus RS recuerda notablemente al Ford Focus WRC. Claro que, para pasar adecuadamente los más de 300 CV al suelo, Ford ha llevado a cabo un complejo desarrollo para preservar un nivel razonable de agilidad y motricidad.

Así, el Ford Focus RS conserva el diferencial Quaife autoblocante (Torsen) pero convenientemente actualizado para combinar un óptimo comportamiento tanto en carretera como en circuito, en seco y en mojado. El trabajo no acaba ahí, pues el Ford Focus RS tiene unas vías 4 centímetros más anchas que las del Ford Focus ST, sin olvidar que se han elegido muelles más firmes —concretamente un 25 por ciento delante y un 15 por ciento detrás—, la altura del conjunto es 2 cm menor,las estabilizadoras son más gruesas y los amortiguadores más duros. Asimismo, el ESP tiene un tarado bastante permisivo, pero incluso desconectado las reacciones más que predecibles. Al volante, la diversión está asegurada.

Esta curiosa denominación es la principal novedad del Ford Focus RS. Se trata de una nueva suspensión delantera que consiste en un esquema McPherson con mangueta desacoplada, parecido al que lleva el Mégane Renault Sport. Por cierto, el Renautl Mégane R26R también tiene diferencial delantero autoblocante. El objetivo es evitar los molestos tirones en el volante que sufren los coches de tracción delantera muy potentes, conservando una buena motricidad y precisión de dirección. Por lo que hemos podido comprobar, tanto la motricidad como la precisión de dirección alcanzan niveles difíciles de creer para un coche con 305 CV sobre el tren delantero. En resumen, si el Ford Focus ST es un ejemplo de equilibrio entre prestaciones y refinamiento, el Ford Focus RS es el máximo exponente de lo que puede llegar a ser un Focus de serie para exprimirlo a fondo en circuito y obtener un comportamiento óptimo en carretera.

El Ford Focus RS empieza a venderse en mayo pero ya se admiten pedidos. El objetivo es vender 200 unidades en nuestro país. El acabado es el típico del Focus. El interior es discreto —para el mercado español los asientos Recaro serán de cuero tapizados en negro— y pocos detalles nos indican que estamos ante un RS: por ejemplo, las dos únicas plazas traseras. En definitiva, con su tracción delantera, diferencial autoblocante y 305 CV, el Ford Focus RS cuesta solo 33.795 euros. Mucho menos que un Subaru Impreza WRX STi o que un Mitsubishi Lancer Evolution. Y, por si fuera poco, el Ford Focus RS es más radical que el ST pero no tan exigente como el anterior RS, al que supera claramente en prestaciones, motricidad, calidad de rodadura y eficacia.

El nuevo Ford Focus RS es un digno heredero del anterior Ford Focus RS que salió al mercado en 2002 con 215 CV. Ahora, el Ford Focus RS tiene 305 CV -casi 100 CV más- pero supera claramente al anterior en agrado o facilidad de uso, motricidad y precisión de dirección. Por fortuna, no se ha renunciado a ese carácter radical tan propio de un genuino RS, para diferenciarlo claramente del Ford Focus ST pero con un mejor compromiso con el confort para la utilización diaria y sin el «efecto turbo» o retraso de respuesta tan peculiar del anterior RS.

Ford define al nuevo Ford Focus RS como «el tracción delantera más rápido y potente de la historia de Ford Europa». No en vano estamos ante un deportivo -de verdad, no en sentido «sport»- con tracción delantera y más de 300 CV. El nuevo Ford Focus RS toma como base el 2.5 turboalimentado de cinco cilindros en línea que tiene el Ford Focus ST. Sin embargo, pero el paso de 225 a 305 CV -un 35 por ciento más- no se ha obtenido con una simple reprogramación de la centralita.

Junta de culata revisada, camisas, pistones, perfil de árbol de levas, bielas y cojinetes de pie de biela son parte de la transformación pero no la única. De hecho, los cambios más significativos están en la admisión, el colector de escape y el turbocompresor. El intercooler también es más grande . Sin ir más lejos, el soplado del turbo -un Borg Warner K16- pasa de 0,7 bares del Ford Focus ST a unos imponentes 1,4 en el nuevo Ford Focus RS. Los resultados son espectaculares. Dicen los ingenieros de Ford que «no queríamos que el Ford Focus RS tuviera el mismo carácter que el Ford Focus ST» y desde luego que lo han conseguido. Se trata de un motor lleno desde ralentí, inmediato en su respuesta, que aporta una extraordinaria sensación de prestaciones, empuja como un demonio desde las 1.500 rpm con un glorioso medio régimen -¡qué sonido!- y tiene una capacidad de estirarse arriba notable.

Por cierto, el cambio es el mismo que el del Ford Focus ST -cambian cojinetes, carcasa del embrague y diferencial- aunque los desarrollos son un pelín más largos por la medida de los neumáticos. Cuando se presentó el Ford Focus ST hace unos años ya se hablaba del Ford Focus RS y se especulaba con su potencia y el tipo de tracción que iba a tener. La posibilidad de hacer un 4x4 estilo WRC para competir con los < Mitsubishi Lancer Evolution X MR o Subaru Impreza WRX STi se descartó pronto por razones de peso y coste. Eso sí, el aspecto del nuevo Ford Focus RS recuerda notablemente al Ford Focus WRC. Claro que, para pasar adecuadamente los más de 300 CV al suelo, Ford ha llevado a cabo un complejo desarrollo para preservar un nivel razonable de agilidad y motricidad.

Así, el Ford Focus RS conserva el diferencial Quaife autoblocante (Torsen) pero convenientemente actualizado para combinar un óptimo comportamiento tanto en carretera como en circuito, en seco y en mojado. El trabajo no acaba ahí, pues el Ford Focus RS tiene unas vías 4 centímetros más anchas que las del Ford Focus ST, sin olvidar que se han elegido muelles más firmes —concretamente un 25 por ciento delante y un 15 por ciento detrás—, la altura del conjunto es 2 cm menor,las estabilizadoras son más gruesas y los amortiguadores más duros. Asimismo, el ESP tiene un tarado bastante permisivo, pero incluso desconectado las reacciones más que predecibles. Al volante, la diversión está asegurada.

Esta curiosa denominación es la principal novedad del Ford Focus RS. Se trata de una nueva suspensión delantera que consiste en un esquema McPherson con mangueta desacoplada, parecido al que lleva el Mégane Renault Sport. Por cierto, el Renautl Mégane R26R también tiene diferencial delantero autoblocante. El objetivo es evitar los molestos tirones en el volante que sufren los coches de tracción delantera muy potentes, conservando una buena motricidad y precisión de dirección. Por lo que hemos podido comprobar, tanto la motricidad como la precisión de dirección alcanzan niveles difíciles de creer para un coche con 305 CV sobre el tren delantero. En resumen, si el Ford Focus ST es un ejemplo de equilibrio entre prestaciones y refinamiento, el Ford Focus RS es el máximo exponente de lo que puede llegar a ser un Focus de serie para exprimirlo a fondo en circuito y obtener un comportamiento óptimo en carretera.

El Ford Focus RS empieza a venderse en mayo pero ya se admiten pedidos. El objetivo es vender 200 unidades en nuestro país. El acabado es el típico del Focus. El interior es discreto —para el mercado español los asientos Recaro serán de cuero tapizados en negro— y pocos detalles nos indican que estamos ante un RS: por ejemplo, las dos únicas plazas traseras. En definitiva, con su tracción delantera, diferencial autoblocante y 305 CV, el Ford Focus RS cuesta solo 33.795 euros. Mucho menos que un Subaru Impreza WRX STi o que un Mitsubishi Lancer Evolution. Y, por si fuera poco, el Ford Focus RS es más radical que el ST pero no tan exigente como el anterior RS, al que supera claramente en prestaciones, motricidad, calidad de rodadura y eficacia.