BMW 118 Línea Sport vs VW Golf 1.4 TSi Sport

Te ves ajeno a la crisis, con la hipoteca medio pagada y ganas de invertir más de veinticinco mil euros en un coche que colme tus expectativas como conductor aficionado... ¿Premium o generalista de nivel? ¿Serie 1 o Golf? Todo un gran dilema incluso añadiendo un factor más, el motor: ¿118i ó 1.4 TSi?

BMW 118 Línea Sport vs VW Golf 1.4 TSi Sport
BMW 118 Línea Sport vs VW Golf 1.4 TSi Sport

Sobrealimentación y caballos por doquier para ambos coches, chasis con el marchamo de cada marca… ¿Estamos ante deportivos en esencia? Adelantemos acontecimientos: no. Si esperas carácter de sus motores y talante de su chasis, puedes llevarte un ligero desengaño

Acertarás. De eso puedes estar convencido. El Volkswagen Golf representa el extremo superior entre los compactos generalistas por gama, tecnología aplicada en sus motores y transmisiones y horquilla de potencia a cubrir, y hasta que Mercedes no llegue con el Clase A o Audi con el A3, el BMW Serie 1 lo es entre los Premium (queda el Lexus 200 CT 200h, de excelente calidad, algo caro y limitado a 136 CV exclusivamente híbridos). Así que, como se suele decir, el que tú no quieras, para mí. Golf, casi siempre, y aquí no es una excepción, representa el equilibrio en estado puro. BMW destaca teóricamente como opción más apetecible para el conductor más “conductor”, pero también para quienes pretendan justificar su estatus y poder de adquisición con cifras y números: es, de largo, mucho más caro que el Golf. Tanto que se nos hace la boca agua rescatando las mejores opciones del VW dentro de su interminable lista (de todas, el cambio DSG con preferencia absoluta) con la diferencia de que hay entre ambos modelos.

Seguimos con las presentaciones. Estamos ante un BMW Serie 118i con su nueva línea Sport, es decir, partiendo desde el acabado base, 1.800 euros adicionales tienen la culpa del impacto visual del Serie 1 que veis en las fotos, aderezado con su calandra y elementos específicos. También hay tantas buenas razones donde gastarse inteligentemente el dinero que habría que entrar al concesionario con bastante cordura para no salir de él creyendo haber pagado cualquier otro BMW de clase superior. Sobre el Golf, también un acabado Sport, el único disponible con este motor, pero 'customizado' en esta unidad que hemos probado con las ruedas de 17 pulgadas. Porque VW cree más que suficiente unas gomas de 205 de sección como las que equipa esta versión de serie para los 160 teóricos caballos que anuncia el 1.4 TSi, aunque te deberías acostumbrar entonces a mimar el acelerador porque aunque delicioso, elástico, suave y muy, muy agradable, la potencia está ahí y hay que traspasarla debidamente al suelo

"Ni ayudado por las ruedas opcionales el Golf logra acercarse al BMW Serie 1 en distancias de frenado, y eso que no falta mordiente en el pedal ni elementos bien dimensionados o de calidad. Eso sí, lo que no falta es esa rotunda estabilidad cuando, por emergencia, hay que hundir el pedal de freno hasta el sueño"

Nos queda presentar los motores: 118i representa otra de las novedades absolutas en este BMW Serie 1. Es un motor compartido en un 90 por ciento de sus piezas con PSA, pero reinventado de nuevo por la marca alemana para proporcionarle algo de refinamiento y un tacto todavía más exquisito... demasiado para lo que nos tiene acostumbrados BMW. En cualquier caso, sobre los cuatro cilindros conocidos de la generación saliente, la evolución es total en todos los frentes. 170 CV de pura seda que parecen orientarse claramente hacia el placer de conducción, aunque también esconden muchas otras agradables sorpresas, sobre todo en consumo de combustible.

Su rival, 1.4 TSi en su versión de 160 CV. Demasiado conocido como para tener que contarte más detalles. Su turbo y compresor proporcionan una efecto en la entrega de par que no parece un motor de combustión normal y corriente. Para bien, eso redunda en una “usabilidad” mecánica desconcertante hasta el punto de verte conduciendo a un régimen impropio en un motor de gasolina. Elasticidad en su máxima expresión, mínima exigencia para el conductor y máxima agilidad de respuesta: en cualquier marcha y a cualquier régimen ofrece constante capacidad de aceleración. Para mal, si esperas de él lo que yo me imagino: resolutivo, pero no explosivo. 

"Todas las cifras de prestaciones hablan de motores bastante deportivos, pero las sensaciones son totalmente diferentes. Proporcionalmente, mejor respuesta para ambos motores a bajas vueltas que cerca del límite máximo de giro, y sorprendente rendimiento global para el TSi de VW, con menos cilindrada que el de su rival"

Comportamiento

Sobrealimentación y caballos por doquier para ambos coches, chasis con el marchamo de cada marca… ¿Estamos ante deportivos en esencia? Adelantemos acontecimientos: no. Si esperas carácter de sus motores y talante de su chasis, puedes llevarte un ligero desengaño

Acertarás. De eso puedes estar convencido. El Volkswagen Golf representa el extremo superior entre los compactos generalistas por gama, tecnología aplicada en sus motores y transmisiones y horquilla de potencia a cubrir, y hasta que Mercedes no llegue con el Clase A o Audi con el A3, el BMW Serie 1 lo es entre los Premium (queda el Lexus 200 CT 200h, de excelente calidad, algo caro y limitado a 136 CV exclusivamente híbridos). Así que, como se suele decir, el que tú no quieras, para mí. Golf, casi siempre, y aquí no es una excepción, representa el equilibrio en estado puro. BMW destaca teóricamente como opción más apetecible para el conductor más “conductor”, pero también para quienes pretendan justificar su estatus y poder de adquisición con cifras y números: es, de largo, mucho más caro que el Golf. Tanto que se nos hace la boca agua rescatando las mejores opciones del VW dentro de su interminable lista (de todas, el cambio DSG con preferencia absoluta) con la diferencia de que hay entre ambos modelos.

Seguimos con las presentaciones. Estamos ante un BMW Serie 118i con su nueva línea Sport, es decir, partiendo desde el acabado base, 1.800 euros adicionales tienen la culpa del impacto visual del Serie 1 que veis en las fotos, aderezado con su calandra y elementos específicos. También hay tantas buenas razones donde gastarse inteligentemente el dinero que habría que entrar al concesionario con bastante cordura para no salir de él creyendo haber pagado cualquier otro BMW de clase superior. Sobre el Golf, también un acabado Sport, el único disponible con este motor, pero 'customizado' en esta unidad que hemos probado con las ruedas de 17 pulgadas. Porque VW cree más que suficiente unas gomas de 205 de sección como las que equipa esta versión de serie para los 160 teóricos caballos que anuncia el 1.4 TSi, aunque te deberías acostumbrar entonces a mimar el acelerador porque aunque delicioso, elástico, suave y muy, muy agradable, la potencia está ahí y hay que traspasarla debidamente al suelo

"Ni ayudado por las ruedas opcionales el Golf logra acercarse al BMW Serie 1 en distancias de frenado, y eso que no falta mordiente en el pedal ni elementos bien dimensionados o de calidad. Eso sí, lo que no falta es esa rotunda estabilidad cuando, por emergencia, hay que hundir el pedal de freno hasta el sueño"

Nos queda presentar los motores: 118i representa otra de las novedades absolutas en este BMW Serie 1. Es un motor compartido en un 90 por ciento de sus piezas con PSA, pero reinventado de nuevo por la marca alemana para proporcionarle algo de refinamiento y un tacto todavía más exquisito... demasiado para lo que nos tiene acostumbrados BMW. En cualquier caso, sobre los cuatro cilindros conocidos de la generación saliente, la evolución es total en todos los frentes. 170 CV de pura seda que parecen orientarse claramente hacia el placer de conducción, aunque también esconden muchas otras agradables sorpresas, sobre todo en consumo de combustible.

Su rival, 1.4 TSi en su versión de 160 CV. Demasiado conocido como para tener que contarte más detalles. Su turbo y compresor proporcionan una efecto en la entrega de par que no parece un motor de combustión normal y corriente. Para bien, eso redunda en una “usabilidad” mecánica desconcertante hasta el punto de verte conduciendo a un régimen impropio en un motor de gasolina. Elasticidad en su máxima expresión, mínima exigencia para el conductor y máxima agilidad de respuesta: en cualquier marcha y a cualquier régimen ofrece constante capacidad de aceleración. Para mal, si esperas de él lo que yo me imagino: resolutivo, pero no explosivo. 

"Todas las cifras de prestaciones hablan de motores bastante deportivos, pero las sensaciones son totalmente diferentes. Proporcionalmente, mejor respuesta para ambos motores a bajas vueltas que cerca del límite máximo de giro, y sorprendente rendimiento global para el TSi de VW, con menos cilindrada que el de su rival"

Comportamiento

Sobrealimentación y caballos por doquier para ambos coches, chasis con el marchamo de cada marca… ¿Estamos ante deportivos en esencia? Adelantemos acontecimientos: no. Si esperas carácter de sus motores y talante de su chasis, puedes llevarte un ligero desengaño

Acertarás. De eso puedes estar convencido. El Volkswagen Golf representa el extremo superior entre los compactos generalistas por gama, tecnología aplicada en sus motores y transmisiones y horquilla de potencia a cubrir, y hasta que Mercedes no llegue con el Clase A o Audi con el A3, el BMW Serie 1 lo es entre los Premium (queda el Lexus 200 CT 200h, de excelente calidad, algo caro y limitado a 136 CV exclusivamente híbridos). Así que, como se suele decir, el que tú no quieras, para mí. Golf, casi siempre, y aquí no es una excepción, representa el equilibrio en estado puro. BMW destaca teóricamente como opción más apetecible para el conductor más “conductor”, pero también para quienes pretendan justificar su estatus y poder de adquisición con cifras y números: es, de largo, mucho más caro que el Golf. Tanto que se nos hace la boca agua rescatando las mejores opciones del VW dentro de su interminable lista (de todas, el cambio DSG con preferencia absoluta) con la diferencia de que hay entre ambos modelos.

Seguimos con las presentaciones. Estamos ante un BMW Serie 118i con su nueva línea Sport, es decir, partiendo desde el acabado base, 1.800 euros adicionales tienen la culpa del impacto visual del Serie 1 que veis en las fotos, aderezado con su calandra y elementos específicos. También hay tantas buenas razones donde gastarse inteligentemente el dinero que habría que entrar al concesionario con bastante cordura para no salir de él creyendo haber pagado cualquier otro BMW de clase superior. Sobre el Golf, también un acabado Sport, el único disponible con este motor, pero 'customizado' en esta unidad que hemos probado con las ruedas de 17 pulgadas. Porque VW cree más que suficiente unas gomas de 205 de sección como las que equipa esta versión de serie para los 160 teóricos caballos que anuncia el 1.4 TSi, aunque te deberías acostumbrar entonces a mimar el acelerador porque aunque delicioso, elástico, suave y muy, muy agradable, la potencia está ahí y hay que traspasarla debidamente al suelo

"Ni ayudado por las ruedas opcionales el Golf logra acercarse al BMW Serie 1 en distancias de frenado, y eso que no falta mordiente en el pedal ni elementos bien dimensionados o de calidad. Eso sí, lo que no falta es esa rotunda estabilidad cuando, por emergencia, hay que hundir el pedal de freno hasta el sueño"

Nos queda presentar los motores: 118i representa otra de las novedades absolutas en este BMW Serie 1. Es un motor compartido en un 90 por ciento de sus piezas con PSA, pero reinventado de nuevo por la marca alemana para proporcionarle algo de refinamiento y un tacto todavía más exquisito... demasiado para lo que nos tiene acostumbrados BMW. En cualquier caso, sobre los cuatro cilindros conocidos de la generación saliente, la evolución es total en todos los frentes. 170 CV de pura seda que parecen orientarse claramente hacia el placer de conducción, aunque también esconden muchas otras agradables sorpresas, sobre todo en consumo de combustible.

Su rival, 1.4 TSi en su versión de 160 CV. Demasiado conocido como para tener que contarte más detalles. Su turbo y compresor proporcionan una efecto en la entrega de par que no parece un motor de combustión normal y corriente. Para bien, eso redunda en una “usabilidad” mecánica desconcertante hasta el punto de verte conduciendo a un régimen impropio en un motor de gasolina. Elasticidad en su máxima expresión, mínima exigencia para el conductor y máxima agilidad de respuesta: en cualquier marcha y a cualquier régimen ofrece constante capacidad de aceleración. Para mal, si esperas de él lo que yo me imagino: resolutivo, pero no explosivo. 

"Todas las cifras de prestaciones hablan de motores bastante deportivos, pero las sensaciones son totalmente diferentes. Proporcionalmente, mejor respuesta para ambos motores a bajas vueltas que cerca del límite máximo de giro, y sorprendente rendimiento global para el TSi de VW, con menos cilindrada que el de su rival"

Comportamiento